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Mujer usando su portátil | Fuente: Pexels
Mujer usando su portátil | Fuente: Pexels

Por qué nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo – Y cómo empezar

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14 dic 2025
19:30

Aprender algo nuevo es una de las formas más sencillas de aportar nueva energía y propósito a tu vida, tengas la edad que tengas. Con el apoyo y el enfoque adecuados, los últimos años pueden convertirse en una época de crecimiento emocionante en lugar de limitación.

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Mucha gente cree que el aprendizaje pertenece a los jóvenes, algo que dejamos atrás una vez que la escuela, el trabajo o la crianza de una familia ocupan el centro del escenario. Pero la ciencia cuenta una historia muy distinta. '

Los adultos mayores no sólo son capaces de aprender nuevas habilidades, sino que además se benefician de ello de forma poderosa. ¿Y lo mejor? Puedes empezar a cualquier edad.

Una mujer cocinando | Fuente: Pexels

Una mujer cocinando | Fuente: Pexels

El cerebro nunca deja de aprender

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Los investigadores saben desde hace tiempo que ciertas capacidades cognitivas, como la velocidad de procesamiento, empiezan a estancarse y a declinar a partir de los 30 o 40 años. A los 60, este declive puede hacerse más notable. Sin embargo, los estudios demuestran que el cerebro que envejece sigue teniendo una flexibilidad notable.

Cuando a los adultos mayores se les da la oportunidad de aprender, muestran importantes beneficios cognitivos. Estos beneficios no se limitan a recordar hechos o dominar un pasatiempo.

Refuerzan capacidades más amplias relacionadas con la atención, la resolución de problemas y el bienestar emocional. El aprendizaje se convierte en alimento para la mente, igual que los alimentos nutritivos alimentan el cuerpo.

Una mujer tejiendo | Fuente: Pexels

Una mujer tejiendo | Fuente: Pexels

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La vida sigue cambiando y el aprendizaje nos ayuda a mantenernos al día

Más adelante en la vida, muchas personas se enfrentan a grandes transiciones: mudarse para estar más cerca de la familia, jubilarse o cambiar de profesión, o adaptarse a la nueva tecnología que nos ayuda a estar conectados. En estos momentos, aprender es más que un pasatiempo. Se convierte en una herramienta para la independencia.

Por ejemplo, tomar una simple clase para mejorar las habilidades tecnológicas puede hacer que la vida cotidiana sea más fácil y segura. Las visitas de telesalud se hacen más llevaderas, la banca electrónica resulta menos intimidatoria y mantenerse en contacto con la familia no supone ningún esfuerzo.

El aprendizaje capacita a los mayores para adaptarse, ofreciéndoles confianza y control en tiempos de cambio.

Un hombre y una mujer jugando al Jenga | Fuente: Pexels

Un hombre y una mujer jugando al Jenga | Fuente: Pexels

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Los hábitos saludables pueden mantener tu mente más joven

Investigadores que presentaron sus hallazgos en la revista JAMA y en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer descubrieron que las personas que combinaban hábitos de vida saludables, como la actividad física, la estimulación cerebral y una alimentación nutritiva, ralentizaban el deterioro cognitivo típico relacionado con la edad.

Esto significa que cuidar tu cerebro no consiste sólo en rompecabezas o aplicaciones. Funciona mejor como un enfoque integral.

Una mujer sujetando una esterilla de yoga | Fuente: Pexels

Una mujer sujetando una esterilla de yoga | Fuente: Pexels

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Cómo seguir aprendiendo y mantener agudo el cerebro

He aquí formas prácticas de ejercitar tu cuerpo y tu mente al tiempo que apoyas la salud cognitiva a largo plazo.

1. Mueve el cuerpo con regularidad

La actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y favorece la memoria y el aprendizaje.

Inténtalo:

  • Paseos diarios, aunque sean de 10 a 15 minutos
  • Entrenamiento suave de fuerza con pesas ligeras o bandas de resistencia
  • Yoga en silla o rutinas de estiramientos
  • Clases de baile o movimiento

Consejo: Elige actividades que te gusten para que se conviertan en algo que esperes con ilusión.

Una mujer haciendo yoga | Fuente: Pexels

Una mujer haciendo yoga | Fuente: Pexels

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2. Desafía a tu cerebro con nuevas habilidades

Las experiencias novedosas ayudan al cerebro a formar nuevas conexiones.

Ideas para explorar:

  • Aprende un nuevo idioma a través de una aplicación o un grupo local
  • Toma clases de pintura, fotografía o escritura creativa
  • Únete a un club de acolchado, jardinería o lectura.
  • Intenta aprender un instrumento como el teclado o el ukelele
  • Inscríbete en cursos online gratuitos de historia, ciencia o tecnología

Consejo: Céntrate en disfrutar, no en la perfección.

Una mujer estudiando | Fuente: Pexels

Una mujer estudiando | Fuente: Pexels

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3. Mantente social y conectado

La interacción social está estrechamente relacionada con un envejecimiento cognitivo saludable.

Formas de mantenerte comprometido:

  • Asiste a clases en centros comunitarios
  • Únete a grupos de aficiones o programas de voluntariado
  • Programa llamadas telefónicas o videollamadas regulares con tus seres queridos
  • Apúntate a talleres o conferencias de invitados

Consejo: Aprender con otros puede aumentar la motivación y la alegría.

Una mujer disfrutando de la compañía de otras personas | Fuente: Pexels

Una mujer disfrutando de la compañía de otras personas | Fuente: Pexels

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4. Nutre tu cerebro con alimentos sanos

Una dieta equilibrada favorece la memoria, protege las células y reduce la inflamación.

Céntrate en:

  • Verduras de hoja verde como las espinacas y la col rizada
  • Bayas como los arándanos o las frambuesas
  • Proteínas magras como el pescado, las judías o el tofu
  • Grasas saludables como el aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate
  • Cereales integrales como la avena o el arroz integral

Consejo: Piensa en una alimentación de estilo mediterráneo, con platos coloridos e ingredientes sencillos y sanos.

Un bol de ensalada | Fuente: Pexels

Un bol de ensalada | Fuente: Pexels

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5. Haz del aprendizaje un hábito diario

Los pequeños hábitos diarios se acumulan con el tiempo.

Ideas rápidas:

  • Lee durante 10 minutos
  • Prueba un crucigrama o un juego mental
  • Mira un documental corto
  • Practica una palabra nueva en otro idioma
  • Escribe unas líneas en un diario

Consejo: Fíjate objetivos pequeños y significativos para mantener la constancia.

Un hombre y una mujer trabajando al aire libre | Fuente: Pexels

Un hombre y una mujer trabajando al aire libre | Fuente: Pexels

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Tanto si tienes 60 como 90 años, tu mente es capaz de crecer, cambiar y descubrir. Cada nueva habilidad aprendida, por sencilla que sea, fortalece tu cerebro y enriquece tu vida. La clave es simplemente empezar.

Aprender nos mantiene curiosos, conectados y seguros de nosotros mismos. Nos ayuda a adaptarnos, a ser independientes y a disfrutar más de cada día. Así que abre ese libro, apúntate a esa clase o retoma una afición que siempre has querido probar.

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