Sorprende amorosamente a su esposa en su cumpleaños 84: habían sido separados por el COVID-19
Jerry y Beverley Lindell, de Minnesota, Estados Unidos, llevan 64 años casados. El COVID-19 fue la ocasión de la separación más extensa de esta pareja de ancianos. Se reencontraron para el cumpleaños de 84 de ella.
Cuando Jerry y Beverley se conocieron, tenían apenas 18 años. Se casaron muy jóvenes, dos años después. Y desde entonces, la pareja ha sido inseparable.
Jerry y Beverley Lindell. | Foto: Youtube/Kare 11
Ahora, Beverley y Jerry son octogenarios, y no conciben la vida separados. Sin embargo, como a muchas otras parejas que el coronavirus ha aislado separadas, quiso la suerte que debieran pasar todo el primer tramo del aislamiento sin verse.
Jerry tuvo problemas de salud que lo llevaron al hospital. Tras eso, dados los cuidados extra que requería, debió pasar algún tiempo en una residencia para ancianos.
Los Lindell, el día de su casamiento. | Foto: Youtube/Kare 11
Beverley se tomaba el autobús todos los días para ir a visitarlo. Pero con las restricciones impuestas para detener el avance del coronavirus, debió dejar de hacerlo.
Ese tiempo separados fue muy difícil para ambos. Beverley a menudo se echaba a llorar porque lo extrañaba demasiado.
La residencia Meeker Manor. | Foto: Youtube/Kare 11
Loriee Barnes, la hija de ambos, fue la encargada de reunir a la pareja. Él terminó su rehabilitación y tuvo el alta para dejar finalmente la residencia. Y su hija lo fue a buscar con su auto para llevarlo con Beverley.
Ella cumplía 84 años ese día, y no estaba enterada de nada. Loriee filmó el momento en que su padre, con un gran ramo de flores en la mano, entraba a la casa, para sorpresa de su mujer, que se quedó en una pieza al verlo.
“No puedo abrazarte”, dijo ella, pensando en las restricciones sanitarias. “¿Por qué no? Puedo abrazarte yo”, le respondió él.
Jerry y Beverley se abrazan. | Foto: Youtube/Kare 11
Él se acercó a ella. Se fundieron en un largo, largo abrazo, y se echaron a llorar de la emoción.
La administradora de Meeker Manor, la residencia para ancianos en la que Jerry estuvo internado este último tiempo, contó que el video de la reunión de Jerry y Beverley fue muy inspirador para ella, y para todos los residentes del establecimiento que están pasando estos días lejos de sus familias.
Más tarde, Beverley contaba: “No quería soltarlo”. Y agregó: “Es mío para quedármelo”.
Dijo esto sosteniendo a su esposo cariñosamente de la mano, como muestra de amor duradero y verdadero.