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Youtube/Primer Impacto
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La dura historia del hombre que carga a su esposa para ir al médico en medio de la pandemia

Vanessa Guzmán
20 abr 2020
18:30

La propagación del coronavirus en el mundo ha afectado a miles de personas de diferentes formas y esta pareja de no es la excepción.

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Filiberto Méndez carga sobre su espalda a su esposa Sandra Carillo para poder llevarla al médico en medio de la pandemia.

La mujer de 40 años debe recibir tratamiento médico de manera regular porque no le funcionan los riñones, además sufrió la pérdida de la visión y le falta una pierna.

Pareja de ancianos caminando detrás de un grupo de gente. | Foto: Wikimedia Commons

Pareja de ancianos caminando detrás de un grupo de gente. | Foto: Wikimedia Commons

CONMOVEDORA HISTORIA

La historia de la pareja es realmente conmovedora pues demuestra el amor que siente Filiberto por Sandra al tener que llevarla cargada hasta un hospital en Guatemala para que ella pueda ser atendida.

Al menos 20 años lleva el guatemalteco atendiendo a su mujer a quien en medio de las dificultades se sube a cuestas. Por dos décadas han estado viajando nueve horas para que Sandra no pierda su cita médica y recorren miles de kilómetros.

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“Siempre la he cargado, desde que empecé a vivir con ella la anduve cargando”, indicó Méndez.

 Pareja de ancianos parados en la puerta de su casa. | Foto: Needpix.com

Pareja de ancianos parados en la puerta de su casa. | Foto: Needpix.com

Pero resulta que, debido a la pandemia, la pareja ha comenzado a sufrir los embates de la cuarentena y su estadía en la capital de Guatemala a donde acuden por el tratamiento de Sandra, se está complicando.

Resulta que para evitar la propagación el gobierno de Guatemala suspendió el transporte público y por eso se les ha hecho mucho más difícil el traslado dentro de la capital y el retorno a su hogar.

“Teníamos calculado nuestros fondos para poder regresar de nuevo a nuestras tierras, pero lamentablemente no nos pudimos regresar”, detalló Filiberto. Ambos son habitantes de una población lejana de la capital guatemalteca llamada Huehuetenango.

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UNA GRAN IMPRESIÓN

La presencia de Sandra y Filiberto no pasa desapercibida. Todos se les quedan viendo con gran impresión e incluso admiración por el sacrificio que hacen juntos.

Cuando los trabajadores del hospital ven llegar al hombre de 40 años con su esposa cargada en la espalda todos quedan sorprendidos. Nunca habían visto algo similar y la operación la repiten cada 8 días para que Sandra sea atendida, gracias al sacrificio de su marido.

Pero en medio de la admiración y de las circunstancias que atraviesan, la pareja de campesinos está cansada y agobiada por lo que les ha tocado vivir.

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Pareja de ancianos en la playa parados cerca de botes pesqueros. | Foto: Pixabay

Pareja de ancianos en la playa parados cerca de botes pesqueros. | Foto: Pixabay

GENTE BUENA

Sin embargo, en medio del padecimiento por la falta de recursos ante la estadía prolongada en un lugar ajeno a su hogar, Sandra y Filiberto están recibiendo la ayuda de gente buena. No cabe duda de que la historia de ambos ha tocado el corazón de muchas personas a su paso.

Por ejemplo, Juana Telebrios, quien tiene un puesto de comida al verlos desamparados les ha facilitado el alimento para que por lo menos no le falte el sustento al cuerpo.

“Yo les ofrecí la comidita durante los días que no tengan transporte para regresar a Huehuetenango”, señaló la comerciante.

Sala de espera de un hospital con personal médico reunido. | Foto: Flickr

Sala de espera de un hospital con personal médico reunido. | Foto: Flickr

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Muchas de las personas que han conseguido a su paso se han convertido en admiradores de la pareja y en especial de Filiberto a quien felicitan por ser un hombre de los que ya casi no hay.

Cabe destacar que el marido de Sandra ha sacado las fuerzas de donde ya casi no las hay, para continuar atendiendo a su amada mujer en medio de las circunstancias que les ha tocado vivir.

Sin embargo, aunque es precaria la realidad que les ha tocado vivir en los últimos 20 años y en especial desde que el virus llegó a Guatemala, Méndez le pide a Dios que todo se normalice para poder seguir trabajando y ganar el pan para alimentarse.

 Pareja de ancianos caminando por un parque. | Foto: Piqsels

Pareja de ancianos caminando por un parque. | Foto: Piqsels

NOBLE MUJER

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Entre tanto, a Sandra, quien perdió la vista por la diabetes, le funcionan mal sus riñones y, para completar, perdió una pierna debido a golpe en la rodilla, más allá de sentir su dolor, se preocupa por lo que ocurre en el mundo por la pandemia.

La noble mujer solo piensa en el daño que está causando el coronavirus en el mundo y piensa en las víctimas de COVID-19.

Es por eso que le pide a Dios que ilumine al mundo para que el escenario de zozobra que nublo a la humanidad vaya cambiando poco a poco, porque piensa que es injusto que haya tantas muertes.

Anciano detrás de la silla de ruedas de una anciana, observando las aves en el agua. | Foto: Pixnio

Anciano detrás de la silla de ruedas de una anciana, observando las aves en el agua. | Foto: Pixnio

Cabe destacar, que como la historia de Sandra y Filiberto ha tocado los corazones de muchas personas, la paciente renal recibió de regalo una silla de ruedas.

Ahora la mujer que llevaba décadas arrastrándose o siendo cargada por su esposo, podrá movilizarse más cómodamente y también aliviar la carga que su compañero de vida llevaba a cuestas.

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