Vivían en la calle y ahora están en un hotel de tres estrellas: su dueño les abrió las puertas
Debido a la pandemia, el sector hotelero se ha tenido que enfrentar con una ola de cancelaciones, dado que las medidas para detener el COVID-19 afectaron dicha actividad. Un hotel ha decidido utilizar esas habitaciones vacías para acoger a personas sin techo, muchos de ellos menores de edad.
En Ginebra, Suiza, un hotel ha abierto sus puertas para alojar a un grupo de personas sin techo durante la pandemia. Se trata del Bel'Espérance, que funciona desde 1996 como hotel de tres estrellas.
En temporada alta, el precio por noche de una habitación en este hotel puede superar los 600 dólares.
Este hotel no era ajeno a la actividad solidaria. Es un negocio que funciona como forma de recaudar fondos para el Ejército de Salvación. Cuando esta entidad comenzó a buscar lugares seguros para alojar a personas en situación de calle durante la pandemia, Alain Meuwly, el director del hotel, se puso en contacto.
La solidaridad también se encuentra inscrita en la historia misma del hotel. Durante más de 60 años, el edificio en el que se emplaza el ahora lujoso hotel fue un hogar para mujeres, hasta su transformación y renovación 24 años atrás.
"Sucedió de forma bastante natural", dijo Meuwly a AFP sobre la decisión de alojar personas sin hogar durante la pandemia.
Ya para comienzo de marzo, el 90% de las reservas en el hotel habían sido canceladas a causa de la expansión del virus y las primeras medidas de control de la circulación de personas en Occidente.
Más de 1.100 personas han muerto en Suiza debido al COVID-19, y en este contexto, cada uno de los 26 cantones ha establecido sus propias reglamentaciones sobre cómo solucionar el problema de las personas sin techo durante la pandemia.
El Ejército de Salvación es una de las organizaciones que proporcionan regularmente camas para personas sin hogar, pero se trata de lugares para pasar la noche, no de espacios que puedan habitarse las 24 horas.
Los empleados del establecimiento no están concurriendo a trabajar, pero un equipo de trabajadores sociales es el responsable de atender las necesidades de los actuales residentes. De momento, se espera que permanezcan en el hotel hasta el 1 de junio.
"Un lujo". Así definió al Bel'Espérance Sofiane Rahmani, un adolescente de 16 años que lleva años viviendo en la calle.
En el hotel se les provee de comida, se les permite el uso completo de las instalaciones y los residentes cuentan con casi todas las comodidades que esta residencia habitualmente ofrece a sus huéspedes.
"Como es un público un poco especial, hemos eliminado algunos dispositivos que suele haber en los hoteles de 3 estrellas", contó Mewly. "Pero es el mismo confort".
Meuwly señaló que los actuales residentes "aprecian mucho el WiFi", y que cuentan con televisión en las habitaciones. También comentó que cree que su acción solidaria será buena para el negocio, dado que ha sido muy bien recibida por sus huéspedes frecuentes.
La suya es una de las iniciativas humanitarias que inspiran y hacen creer que un mundo mejor es posible, en tiempos en que nos necesitamos unos a otros como nunca antes.