Maestro dedicado decora su casa como un salón de clases para ayudar a sus alumnos

Aunque el profesor Efraín Raymondi confesó que no dominaba muy bien la tecnología, las ganas de que sus alumnos aprendieran hizo que al docente se le activara toda su creatividad.

Desde que inició la emergencia sanitaria por el coronavirus, las unidades educativas han tenido que reinventarse y encontrar otra forma de seguirle enseñando a los estudiantes, sin poner en riesgo su salud.

La mejor forma que encontró el Ministerio de Educación de Perú para garantizar la continuidad de las clases, fue la implementación de la enseñanza por Internet, una decisión que puso a los educadores a cambiar la forma en la que imparten su conocimiento.

Sin embargo, las limitaciones pasan a un segundo plano cuando se tiene vocación, y así lo demostró un profesor que enseña a los alumnos de quinto grado del colegio estatal llamado “Sagrado corazón de Jesús”.

Al docente llamado Efraín Raymondi se le ocurrió acomodar su casa para que se pareciera a un salón de clases, con la intensión de que sus estudiantes sintieran el menor impacto por la cuarentena y pudieran concentrarse mejor durante las clases virtuales.

“Empecé a equipar con todas estas cositas, la pizarra la tenía guardada, instalé mi televisor, luego hice toda la ambientación para que mis alumnos cuando vean mi clase sientan y vean que están en su aula de clase”, le dijo el profesor a América Televisión.

El profesor Efraín, confesó que no sabía mucho acerca del manejo del internet, pero que este tiempo de aislamiento social por la pandemia y su vocación de enseñar, hicieron que se despertara su creatividad.

Ahora el docente da clases virtualmente y acompaña la decoración con su carisma y buena disposición, lo que ha hecho que muchas personas aplaudan su entusiasmo y dedicación.

Además de Efraín, en otra parte del mundo, otras maestras de quinto grado quisieron hacer sentir mejor a sus niños, y decidieron dejarles mensajes alegres y alentadores en piso de las entradas de sus casas.

Las maestras decidieron hacer un recorrido para visitar la casa de cada estudiante, pero optaron por hacerlo por separado para respetar el distanciamiento social establecido y así evitar la expansión del virus. Para leer la historia completa, haz clic aquí.