Mujer pare en casa por no llegar al hospital: 'Cuando me di cuenta estaba dando a luz'

Las circunstancias actuales en medio de la pandemia mundial y el aislamiento angustian a las mujeres que esperan el nacimiento de sus hijos en esta época, pero para esta madre las cosas salieron mucho mejor de lo esperado.

El primer parto de Ida Gutiérrez no fue para nada sencillo, debido a que el cordón umbilical estaba enrollado en el cuello del pequeño Lorenzo, que ahora cuenta con 22 meses. Francisco Negro, el padre del niño, no pudo acompañarla en ese proceso.

Al principio de este nuevo embarazo, se había ilusionado pensando que ella y su esposo podrían compartir esa increíble experiencia, pero debido a las restricciones por el COVID-19, sabía que estaría sola y eso le producía preocupación y algo de angustia por el aislamiento.

Otras madres que habían vivido la experiencia de tener a sus hijos en estos días de distanciamiento y mascarillas, intentaron darle tranquilidad.

Pero su pequeña niña definitivamente tenía otros planes, y su nacimiento pasó a ser una hermosa historia de la cual hablarán por siempre. Los dolores de parto se iniciaron alrededor de las 11 pm, por lo que Ida pensó que tendría al menos unas dos horas antes salir al hospital, por lo que con calma, decidió recoger todo en casa.

Sin embargo, antes de cumplirse ese lapso de tiempo, las contracciones se hicieron mucho más dolorosas e intensas, y rompió fuentes. Entonces Ida fue al baño pero no pudo volver a levantarse. Sentía que estaba por parir y de inmediato llamó a su pareja, quien puso una toalla en el suelo y miró atónito que la cabeza de su niña estaba por salir.

“La sacó su padre, la historia es preciosa, estamos en estado de shock, era algo que yo solamente había visto en las películas”, cuenta Ida, con gran emoción.

Bastaron dos o tres contracciones y con ayuda de Francisco, la pequeña Vega llegó a este mundo en su propio hogar y solo con sus padres a su lado, el sábado 25 a la 1:29 am. Luego de esto pudieron grabar un corto video del hermoso momento.

El personal del centro de salud de Aceuchal llegó al hogar de la recién nacida pocos minutos después, y se hicieron cargo de cortar el cordón umbilical y subir a la madre a una cama para la expulsión de la placenta.

Finalmente, todos se trasladaron al hospital de Mérida, donde madre e hija permanecieron en observación por 48 horas, y ahora la familia de cuatro está reunida nuevamente celebrando felices por la gran experiencia que tuvieron la suerte de vivir, y especialmente, por su hermosa hija.