Inés Ballester reaparece tras vencer el COVID-19 que fue 'peor que el cáncer' para ella
Luego de pasar tres semanas hospitalizada a raíz del COVID-19, Inés Ballester ha reaparecido en público e incluso ofrecido declaraciones.
El mes pasado, la periodista estuvo grave de salud al resultar contagiada con el nuevo coronavirus que, desde hace meses, azota a España y el mundo.
Ahora que el peligro y la “pesadilla” han pasado, la mujer ha podido reincorporarse al trabajo, y fue vista saliendo de su domicilio madrileño para subirse en un taxi que la llevaría a los estudios de Telemadrid para su participación en el programa de televisión 'Juntos'.
Ballester vestía de negro, haciendo contraste con un abrigo de color rosado pastel, y por supuesto que llevaban el muy necesario tapabocas.
Recordando la sincera entrevista que dio a El País a comienzos de mayo después de haber salido del hospital, Inés se expresó muy mal sobre la experiencia de tres semanas que la dejó “tocada”.
Al momento de la entrevista, la periodista contó que no se encontraba completamente recuperada en cuanto a su salud pulmonar, y que hacía todo tipo de actividades en línea para contribuir a su mejoría, como yoga y conversar con su psicólogo.
Por otro lado, Inés aseguró que después de haber vivido esta experiencia, considera que el virus ha sido "peor" que el cáncer, debido a la forma en que se lidia con ambas cosas:
“Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad. (…) Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. (…) El cáncer no me cambió la vida. (…) Ahora no: ahora estoy muy flojita. Esto me ha tocado mucho.”
Describiendo un poco el proceso y las vivencias en el hospital, la periodista contó que asearse teniendo encima el gotero y el oxígeno es “una pesadilla” y que era incapaz de hacer muchas cosas.
Llegó a sentir hasta depresión por todo lo que estaba sucediendo con ella, además de dolor, miedo y algo muy fuerte, la soledad.
Por otro lado, reconoció la labor de los sanitarios, pero recalcó que también era sumamente difícil para el enfermo, por el mismo tema de que se encuentra solo sin nadie que le coja de la mano.
En sus días hospitalizada, Inés se imaginó tantas cosas; desde cómo se desarrollaría su funeral hasta lo que podría hacer tras pasar por esa pesadilla, cómo irse de vacaciones a Ibiza.
“Es un proceso muy jo**** de subidas y bajadas. No entendía lo que me pasaba, estaba muy cabreada y a mí me parecían todos muy malos”, dijo.
Ballester reconoció que no es una buena paciente, pues se enfada, quiere estar al tanto de todo, y es peleona.
Después de su experiencia, la mujer confesó que se enlistó para ser voluntaria para acompañar a personas de la tercera edad que se encuentran solas, ya que es muy triste lo que están atravesando, aseguró Inés.
Entre otras cosas, contó que recibió algunas ofertas de trabajo al salir del hospital y aseguró que este virus ha afectado al mundo sobremanera y en todos los aspectos. “Estamos tocados, pero habrá que salir de esta."