Letizia se une a la Cruz Roja para ayudar a las personas necesitadas en la crisis del coronavirus
La Reina verificó cómo está funcionando el programa "RESPONDE" de la Cruz Roja, creado para atender las necesidades que han surgido a raíz del COVID-19.
Por un día, Letizia dejó de lado sus característicos autendos refinados para salir de sus oficinas en el palacio de la Zarzuela a constatar cómo van las operaciones de la Cruz Roja ante la pandemia que azota a gran parte de la humanidad. Este lunes su majestad se puso el chaleco rojo y compartió la jornada con los voluntarios de una de las sedes de la organización en Madrid.
UNA VOLUNTARIA MÁS
Para atender las necesidades de la población vulnerable al COVID-19, la Cruz Roja ideó "RESPONDE", un programa que hasta ahora ha beneficiado a más de un millón de personas gracias al trabajo de más de 40.000 voluntarios, a quienes se unió la esposa del rey Felipe VI para participar en varias tareas cotidinanas de la ONG.
Sin distinción, Letizia se puso manos a la obra y con sus respectivos guantes y mascarilla asistió a la sede para ser testigo de la sistematización del operativo en el que dotan de insumos de primera necesidad a la población.
CON EL CHALECO ROJO
La reina además aprovechó para trabajar en el "call center", atendiendo y realizando las llamadas de seguimiento que la organización hace a personas que han quedado desempleadas por la cuarentena, estudiantes y adultos mayores, con el fin de asegurarse del bienestar de cada quien.
No bastando con esto, la experiodista también llenó las cajas de comida que la Cruz Roja reparte a las familias más necesitadas e incluso habló a través de videollamadas con algunas de las personas beneficiadas.
SENCILLA PERO ELEGANTE
Por una jornada, Letizia dejó sus títulos nobiliarios de lado y se dedicó a la gente. Y aunque no lució sus acostumbrados atuendos sofisticados, no le faltó elegancia.
Letizia vistió un jersey blanco con una franja negra en cada manga que hacía juego con el elegante pantalón negro entallado, que complementó con un par de mocasines del mismo color, los cuales le permitieron estar de pie todo el día, trabajando como cualquier otra voluntaria. Su aporte dejó claro su compromiso con la organización que preside honoríficamente.