Álex Lequio, hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, muere de cáncer a los 27 años
Luego de dos años de lucha, el joven empresario perdió la batalla contra el cáncer que enfrentó junto a sus padres.
Ana Obregón y Alessandro Lequio están llorando la partida de su hijo Álex. Según reportó la revista Hola!, el joven sucumbió ante el cáncer este miércoles en la Clínica Quirón de Barcelona.
DIO LO MEJOR DE SÍ
Desde que el emprendedor le diagnosticaron el cáncer en 2018 mantuvo un indiscutible sentido del humor ante las adversidades, lo cual incluso sirvió para darle fuerzas a sus propios padres que estuvieron junto a él hasta el último momento.
El ejemplo de temple que brindó el empresario de 27 años, ha quedado plasmado tanto en sus miles de admiradores y seguidores, como en sus familiares, entre ellos su hermano Clemente, quien a pesar de las diferencias que durante años mantuvieron, le dedicó un emotivo mensaje.
YA NO ESTÁ SUFRIENDO
“Algún día nos volveremos a ver y podremos disfrutar de todo el tiempo perdido y malgastado. Es un dolor inmenso que en pequeñísima parte se alivia con pensar que ya no estás sufriendo”, escribió.
Por su parte, Kiko Matamoros lamentó en Sálvame el triste acontecimiento y empatizó con el duelo que Ana y Alessandro deben estar enfrentando ahora mismo luego de haber batallado codo a codo con Álex para vencer la enfermedad que comenzó siendo un simple tirón de espalda.
UNA TRISTEZA QUE EMBARGA A MUCHOS
“Me pongo en la piel de Alessandro y me parece que es lo peor que te puede pasar en la vida", compartió Matamoros notablemente conmovido e impactado por la pérdida de sus colegas.
Este lamentable desenlace llega luego de que hace un par de meses se anunciara el traslado Álex a la Ciudad Condal para recibir un nuevo tratamiento con las esperanzas de mitigar el padecimiento. Sin embargo, el cuerpo del creador de Polar Marketing perece haber llegado a su tope y este 13 de mayo ha dicho adiós a este plano.
De Álex nos queda su determinación, su empuje, su fuerza, su buen humor y por supuesto, esa sonrisa inolvidable que siempre logró esconder el cansancio y el dolor de batallar contra una enfermedad que le quitó los últimos dos años de su vida.