Mamá escucha grabación de los latidos de su hija recién nacida mientras pelea contra el COVID-19
Ser madre en tiempos de pandemia no ha sido fácil. Mucho menos para aquellas que han tenido que permanecer alejadas de los suyos por estar sometidas a una cuarentena.
Tal es el caso de Emelia Herrera, de 30 años de edad, que pasó todo un mes sin tener en brazos a su hijita recién nacida, hasta este 9 de mayo. La progenitora había dado positivo por COVID-19 en sus últimas semanas de embarazo y tuvo que permanecer en aislamiento.
La gestación de la madre cumplía las 35 semanas cuando fue ingresada en un hospital de Houston con sospecha de coronavirus. Al perder el conocimiento después de ser conectada a la máquina de oxígeno, tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia.
Madre conoció a su hija un mes después de su nacimiento a causa del COVID-19. | Foto: YouTube/Good Morning America
El 8 de abril nacía sana y salva la bebé Selina, que afortunadamente dio negativo a su prueba del nuevo coronavirus. Pero tenía que mantenerse alejada de su madre, quien estuvo inconsciente durante varios días.
Cuando Herrera despertó, le dieron las buenas noticias, entre ellas que su madre era quien cuidaba de la recién nacida en casa, por lo que no debía preocuparse por nada, ya que estaba en una condición bastante delicada. Junto a ella, su esposo también cumplía la cuarentena.
Pareja en cuarentena por el nuevo coronavirus no pudo conocer a su bebé tras el nacimiento. | Foto: YouTube/Good Morning America
"Ni siquiera sabía que había dado a luz a través de una cesárea, y me había despertado dos o tres semanas después en otra instalación… Y fue entonces cuando me di cuenta de que no tenía estómago, no tenía a mi bebé", explicó la paciente.
ORIGINAL FORMA DE VINCULARSE CON UN HIJO
Desde entonces solo podía ver a Selena y a su otra hijita de 3 años mediante videollamadas, pero halló una forma particular de vincularse con su bebé: Los musicoterapeutas del hospital grabaron el latido del corazón de Selina para que Emelia pudiera escucharlo junto a la canción ‘1.000 years’, que fue la pieza de su boda.
Asimismo, el sonido de los latidos del corazón de Emelia fue grabado y lo pusieron en la canción de cuna ‘Twinkle Twinkle Little Star’, para que Selina pudiera sentirse cerca de su madre.
Emelia Herrera junto a su musicoterapeuta Virginia Gray duramte el tiempo de cuarentena de la madre. | Foto: YouTube/Good Morning America
La musicoterapeuta Virginia Gray explicó que entre la semana 25 y la 35 del embarazo los bebés han estado escuchando los latidos del corazón de su madre. Pero en este caso, como se tuvo que hacer la cesárea de emergencia, era importante que la bebé tuviera el acceso a ese sonido tranquilizador.
Por su parte, Emelia confesó que para ella fue de mucha ayuda esa terapia. La madre de dos reproducía todos los días la melodía mientras se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos, como motivación para recuperarse del COVID-19. "Me ayudó mucho, en muchos sentidos", dijo Herrera.
El 9 de mayo conoció por primera vez en persona a su hija de un mes y un día de nacida, justo un día antes del Día de las Madres. Su madre puso a la bebé en los brazos de Herrera, mientras que ella no pudo dejar de llorar.
Emelia, que sufrió un daño en los nervios que la dejó incapaz de caminar sin la ayuda de un andador, agradeció seguir con vida, ya que eso le permite seguir al lado de sus hijas.
"He visto tantos casos similares al que tuve y la mayoría de ellos murieron. Eso es lo que más me impacta, que podría haber muerto… Me molesta que mucha gente piense que es como la gripe y no la tome en serio”, condenó.
Yanira Soriano también pertenece al grupo de madres que no pudo disfrutar de su hijo desde el primer día de nacido a causa de la pandemia del coronavirus. Y es que a la residente de Nueva York tuvieron que inducirle un coma debido a que su estado de salud estaba empeorando.
Su bebé nació a las 34 semanas de gestación, lo cual representa un grave riesgo para la criatura, ya que todavía era muy pequeño. No obstante, once días más tarde, la madre despertó y pudo ver a su retoño sano y salvo.