Ana Obregón halla refugio para los tiempos difíciles en una celebración familiar
Ana Obregón atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida tras la muerte de su hijo Álex Lequio. Sin embargo, encontró fuerzas para asistir a una pequeña celebración familiar en este tiempo de duelo.
La vida no ha sido nada amable con Ana Obregón este año. Perdió a su hijo hace menos de un mes, el 13 de mayo. Y mientras procesaba la pérdida también falleció su mascota, Luna, quien ha muerto de pena.
"Sé que ahora estaréis juntos corriendo a través de la eternidad", escribió sobre su perra y su hijo.
Sin embargo, la actriz ha encontrado fuerzas para asistir al cumpleaños de Ana María Obregón Navarro, su madre. Días atrás, los reporteros la han visto llegar a la casa materna en el automóvil de Juancho, su hermano.
No había salido de casa para ocasiones públicas más que para el servicio fúnebre para su hijo Álex el mes pasado, y procesaba la pérdida refugiada en los suyos y en el hogar. En sus redes sociales, ha publicado muy pocos mensajes, todos ellos cargados de profundo dolor.
"Se apagó mi vida", escribió en su primer mensaje tras la muerte de Álex.
La familia más íntima se congregó allí. Por una parte llegaron Celia y Amelia, cubiertas con mascarillas. Por otra, Juancho y Javier. Si bien las fotografías no lo prueban, sería en este vehículo en el que, muy discretamente, habría llegado Ana a la reunión.
Esta familia permanece unida en las buenas y en las malas, y así lo demostraron en esta ocasión. Así como Ana encontró sostén en este momento tan duro de su vida en sus hermanas Amalia y Celia, ahora también ella está para la familia, en un cumpleaños al que ahora le falta un celebrante.
"Perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir", lamentó en una carta pública a su hijo.
Puede que un cumpleaños familiar no parezca la gran cosa, pero es un atisbo del regreso a la normalidad para alguien que ha sufrido un duro golpe como la madre de Álex. La familia sigue siendo un refugio y un espacio para el encuentro y el amor, en un mundo que ha mostrado este año la más dura de sus caras a la actriz.
Dado que la despedida de Álex en plena crisis por el COVID-19, ha sido necesariamente muy sobria y privada, con una asistencia muy limitada al tanatorio, Ana Obregón ha manifestado su voluntad de organizar un funeral para su hijo cuando se normalice la situación y sea posible rendirle el homenaje que se merece.