Dos meses sin Álex Lequio, cómo intentan seguir con sus vidas sus seres queridos
Dos meses han transcurrido desde el triste fallecimiento de Álex Lequio, hijo de la presentadora y actriz Ana Obregón y el aristócrata Alessandro Lequio.
Desde que falleció Álex Lequio el pasado 13 mayo, nada ha sido fácil para su familia, que vio en él a un chico luchador, alegre y determinado, que nunca dejó que nada le borrara la sonrisa del rostro.
Y es que luego de dos años de batallar contra un raro cáncer, el empresario de solo 27 años de edad murió en la Clínica Quirón de Barcelona. Estuvo acompañado de sus padres y de su pareja, Carolina Monje.
El chico había estado hospitalizado durante las últimas semanas, y su cuerpo no se resistió a la enfermedad. Poco a poco, la familia y los seres queridos han recobrado la fortaleza para retomar sus actividades, en un intento por salir adelante y conseguir esa distracción que les ayude a evadir un poco el dolor.
Después del funeral del empresario de 27 años que se dio hace solo unos días, Alessandro Lequio retomó su trabajo, Carolina, novia de Álex, se regresó a Barcelona y Ana viajó a Palma de Mallorca.
El aristócrata no había tardado mucho en regresar al plató de ‘El programa de Ana Rosa’, donde semanas atrás le dieron una sentida bienvenida y desde donde constantemente comenta noticias del corazón.
Él permanece en la capital, junto a su mujer María Palacios y su hija pequeña Ginevra, quienes le han dado fuerza e impulso en los días más difíciles.
Por su parte, Carolina Monje, quien fuera la novia de Álex durante aproximadamente dos años, estaría de regreso en Barcelona tras salir de la capital luego de la muerte de Lequio. Ahí, la diseñadora se ha enfocado en su firma Carola Monje luego de varios días de duelo silencioso.
Según reporta Jaleos, la marca de la barcelonesa se encuentra en plena campaña de verano, por lo que hay mucho trabajo y más cuando ella se está encargando de supervisar cada proceso, incluyendo la fabricación de los productos y la atención al cliente.
Ana Obregón, por otro lado, aceptó la invitación de su familia de viajar a Mallorca (algo que realiza anualmente), para vivir el verano bajo el sol y en compañía de quienes más quieren a la presentadora. De seguro que buscan animar a Ana, quien no se repone de la reciente muerte de su único hijo.
Cada quien anda por su lado, pero, eso sí, siguiendo el legado que Álex les dejó antes de partir: su imborrable optimismo y ganas de vivir.