Finca Cetrina: la elegante y cómoda residencia de Enrique Ponce y Paloma Cuevas
La nostalgia es inevitable al ver las preciosas imágenes que muestran una vida feliz en la finca Cetrina, cuya belleza es indescriptible y donde la paz se respira en cada rincón.
La finca Cetrina ha sido el hogar de campo de la familia Ponce Cuevas desde el año 1997. Su diseño se podría describir como un hermoso refugio andaluz, donde Enrique Ponce y Paloma Cuevas en compañía de sus dos hijas disfrutaron de momentos inolvidables a lo largo de los años.
A través de sus redes sociales, el torero ha sido muy espléndido en compartir fotografías de muchas áreas de la finca, donde por cierto estuvieron todos juntos durante el aislamiento por la pandemia, justo antes de salir a la luz la noticia del final de su matrimonio de 25 años.
Ubicada en Jaén, en el municipio Navas de San Juan, la finca tiene una extensión de 904 hectáreas, además de la espaciosa casa de tres plantas y 420 m² de construcción cuya arquitectura tiene toques andaluces que la distinguen.
Cetrina consta también de un rentable sembradío de olivos, un exitoso negocio de ganadería, una deliciosa piscina, un arroyo que los deleita con su sonido, una capilla y hasta una plaza de toros.
COMODIDAD, LUJO Y PAZ
El interior del hogar está sobriamente decorado, con pisos de madera y un salón con chimenea que comunica con otro de mayor tamaño para reuniones, donde no falta la mesa de billar.
La finca cuenta también con un despacho con un área destinada a la lectura cerca de una ventana, desde donde se disfruta de una vista espectacular de los exteriores.
Hacia otra ala de la finca está la zona del comedor con una mesa con cabida para 12 personas que comunica con una cocina enorme, donde Enrique ha presumido de cocinar recetas especiales. El espacio está decorado con colores claros y un cómodo mesón de trabajo.
En la planta superior están las cinco habitaciones de la familia, cuatro baños y un vestidor muy sobrio donde todo luce perfectamente ordenado en la habitación principal. Cada niña, Paloma y Blanca, tienen sus propias habitaciones con baño privado.
En el sótano está la bodega de vinos, diseñada aspirando a la perfección. Finalmente, los espectaculares jardines que rodean la imponente casa son el toque más hermoso del lugar, con sus abundantes flores y el bien cuidado césped verde, donde la familia ha vivido momentos muy felices juntos.