Rey Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas rinden homenaje a las víctimas de COVID-19
La familia real en pleno rindió un emotivo homenaje tanto a las víctimas del coronavirus como al valor que ha demostrado el pueblo español ante esta terrible crisis.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, acompañados con sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, presidieron la mañana de hoy una ceremonia en homenaje a los más de 27 mil fallecidos por el COVID-19 en la nación, así como a los heroicos trabajadores que han sido indispensables durante la emergencia sanitaria.
"Hoy es un día que dejará huella en nuestras conciencias. Las familias de los fallecidos no están solas, su duelo es el nuestro", dijo el rey Felipe VI.
La ceremonia tuvo lugar en un pebetero ubicado en la Plaza de la Armería del Palacio Real, el cual simboliza a las víctimas del coronavirus. En el lugar se encontraban reunidas más de 400 personas, entre representantes de instituciones públicas, parlamentarios, amigos y familiares de personas fallecidas.
La maestra de la ceremonia fue la periodista Ana Blanco. Es importante resaltar que todas las personas estaban debidamente protegidas con la mascarilla, y se respetaron las reglas de distanciamiento social.
"Unas vidas que cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron día a día el edificio de nuestra convivencia democrática", dijo el rey en referencia a los cientos de ancianos que no lograron sobrevivir al virus.
El rey también habló de los jóvenes que han perdido sus vidas en manos del COVID-19, dejando ver su nostalgia por la pérdida de hombres y mujeres con un gran futuro por delante, con mucho que dar, y el gran dolor que dejaron en sus familiares.
Un agradecimiento muy especial dio Felipe VI en su discurso a los profesionales que han constituido la primera línea en la lucha contra el coronavirus a lo largo de la pandemia, resaltando su gran dedicación y compromiso por salvar vidas a riesgo de la propia.
Posteriormente, el rey acompañado de la princesa de Asturias, así como de algunos representantes de la sociedad civil y de instituciones, hicieron una ofrenda floral representada por una rosa blanca que depositaron en el pebetero cuya llama estaba encendida.