Yola Berrocal rompe en llanto después de las hirientes acusaciones de Cristian Suescun
A pesar de que durante el concurso Yola Berrocal y Cristian Suescun parecían estar construyendo una bonita relación, tras las acusaciones del hijo de Maite Galdeano todo eso ha quedado atrás.
Desde que inició “La casa fuerte” los concursantes Yola Berrocal y Cristian Suescun dieron mucho de qué hablar por el acercamiento que iban teniendo.
A pesar de que el hermano de Sofía Suescun trató siempre de negar que hubiese algo más entre ellos que amistad, lo cierto es que ambos vivieron momentos apasionados, incluyendo una reciente cena romántica que disfrutaron hasta que sus compañeros decidieron aparecer para boicotearla.
Sin embargo, la amistad y la ilusión que sentía Berrocal hacia Cristian se rompió por completo, luego de que el hijo de Maite Galdeano lanzara unas hirientes acusaciones contra la actriz.
Todo inició cuando Cristian dijo que tanto Leticia como Yola lo habían querido “embaucar” con lo de la cena, plan al que supuestamente no supo cómo negarse, por lo que simplemente decidió acudir como “amigos”.
Según el hermano de Sofía Suescun, Leticia habría creado un plan para que Yola y él “ligaran” y así llamar la atención en el programa, acusando incluso a su examiga de haberlo forzado a darle un beso.
“Me he sentido intimidado sexualmente”, aseveró.
Como si todo esto no hubiese sido suficiente, Cristian aseguró que Yola no solo habría tratado de tener algo con él, sino también con su madre, algo que Maite Galdeano corroboró.
Yola se sintió tan herida por todos estos comentarios que no pudo evitar llorar, no solo porque asegura que todo lo que dicen es falso, sino porque además resaltó que todo lo que ha hecho ha sido porque lo ha sentido realmente.
“Me gustaba de verdad”, dijo entre lágrimas la ganadora del concurso.
Cabe resaltar que durante la cena romántica que tuvo Yola con Cristian, incluso le dio una carta de amor mientras daban un paseo por el jardín, lo que el hermano de Sofía agradeció no solo con palabras, sino también con un abrazo y la promesa de que sería su amigo para siempre, pacto que evidentemente duró muy poco.