El príncipe Andrew de York y Sarah Ferguson: la historia de una pareja real, separada pero feliz
A pesar de que han pasado más de dos décadas desde su divorcio, el tercer hijo de la reina Elizabeth II, el príncipe Andrew y Sarah Ferguson siguen viviendo juntos.
Este año se cumplió lo que hubiese sido el aniversario de bodas número 34 de Sarah Ferguson y su exmarido, el príncipe Andrew. El 23 de julio de 1986 Sarah y Andrew intercambiaron votos en la emblemática Abadía de Westminster.
Fruto del matrimonio fueron sus dos hijas: la princesa Beatrice, nacida el 8 de agosto de 1988 y su hermana la princesa Eugenie, nacida el 23 de marzo de 1990. Si bien la pareja se separó seis años después, siguen siendo buenos amigos.
ASÍ SE CONOCIERON
La ex pareja se conoció en la infancia. 'Fergie', sobrenombre por el que se le conoce en todo el mundo, recordó el día que conoció a su futuro esposo en su autobiografía.
Esa vez había acompañado a su padre, Ronald Ivor Ferguson, a uno de sus partidos de polo. Ella recuerda que se escabulló para jugar con otros niños: entre ellos se encontraba Andrew.
No obstante, se reencontraron años después gracias a la fallecida Diana de Gales. Lady Di invitó a Fergie a una fiesta en el Castillo de Windsor, y allí volvió a entablar contacto con el tercer hijo de la reina.
Diana, princesa de Gales, con Sarah Ferguson en el Guard's Polo Club, Windsor, junio de 1983. | Foto: Getty Images
LA BODA
No tardaron en iniciar una relación sentimental. El 16 de marzo de 1986, Andrew pidió la mano de la pelirroja en matrimonio. Y cuatro meses después, la pareja se dio el sí ante dos mil invitados.
En dicha boda, la pareja tuvo uno de sus momentos más recordados: el beso en el balcón. En el documental sobre su vida, Fergie le contó a Oprah Winfrey cómo fue.
El duque y la duquesa de York se besan en el balcón del Palacio de Buckingham después de su boda en la Abadía de Westminster, 1986. | Foto: Getty Images
“Todos nos dijeron que no nos besáramos en el balcón, así que lo hicimos deliberadamente. Estábamos muy enamorados”, dijo, según refiere Vanity Fair.
RUMORES DE INFIDELIDAD
Durante su matrimonio, el príncipe Andrew solía ausentarse largos períodos. Viajaba mucho, como parte de sus deberes con la Marina Real británica.
Allí empezaron los problemas. Corría el rumor de que durante su ausencia Fergie quedaba en compañía de otros hombres. Entre ellos, se la asoció con Steve Wyatt, un multimillonario texano a quien había conocido durante su segundo embarazo.
Fergie y Wyatt fueron sorprendidos juntos en Marrakech por los paparazzi. Tras eso, a principios de 1992 los duques de York comenzaron a hablar públicamente de separación.
Príncipe Andrew y Sarah Ferguson en el yate Britannia, 1986. | Foto: Getty Images
ESCÁNDALO Y DIVORCIO
El golpe de gracia a las posibilidades de reconciliación de los duques llegó en agosto. Entonces se difundieron fotografías muy comprometedoras tomadas por paparazzi en el sur de Francia.
En ellas, la duquesa de York aparecía compartiendo un momento muy atrevido con John Bryan, un asesor financiero del círculo de Wyatt. Las imágenes fueron tapa del Daily Mirror, y desataron una tormenta de proporciones bíblicas.
Príncipe Andrew, Sarah Ferguson y sus dos hijas de vacaciones en Suiza, 1999. | Foto: Getty Images
No habría vuelta atrás. El 30 de mayo de 1996, Fergie y Andrew pusieron oficialmente punto final a su matrimonio.
DIVORCIADOS PERO AMIGOS
Tras el divorcio, sin embargo, Fergie y el duque de York conservaron una estrecha amistad. Tan buenos eran los términos que continuaron conviviendo en el Royal Lodge de Windsor.
Sarah Ferguson conversa con su exesposo el príncipe Andrew el 25 de abril de 2010 en Londres, Inglaterra. | Foto: Getty Images
Siguieron compartiendo viajes, navidades y vacaciones, además de la vida familiar. Se los suele ver regularmente en eventos, y con el tiempo hasta las rispideces con la familia real se han suavizado.
La amistad ha permanecido inquebrantable. Incluso después de que la causa por delitos sexuales contra Jeffrey Epstein involucrara al príncipe Andrew, ella ha seguido apoyándolo.
Sarah Ferguson y el príncipe Andrew en Ascot, Inglaterra, 2015. | Foto: Getty Images
La suya es una historia singular. La de una familia que ha decidido dar vuelta la página y seguir escribiendo su historia, tras poner fin al romance y al cuento de hadas.