Anciano de 86 años sufre un derrame cerebral y su perra ayuda a salvarlo buscando ayuda

Bubu es una perrita muy pequeña, cruce de chihuahua y terrier de Australia, que vive en Carolina del Norte. Pero es mucho más especial de lo que parece a simple vista: esta pequeña heroína de cuatro patas salvó la vida de su dueño cuando tuvo un derrame cerebral.

Rudy Armstrong es un veterano de la marina estadounidense de 86 años. Vive en una casa flotante en Carolina del Norte y se autodescribe como un ermitaño. Su vida habitual es muy sencilla: pasa la mayor parte del día en casa, mirando televisión y jugando con su perra Bubu.

Cuando Bubu llegó a su vida, la perrita "tenía seis meses", cuenta. "Conectamos inmediatamente desde esa noche. Duerme conmigo desde entonces".

Eso fue hace alrededor de un año y medio, cuando un amigo de Nueva York la llevó a casa del anciano. Según él cuenta, acostumbra hablarle, y comparten la pasión por los programas de televisión.

"No le gustan mucho los westerns", comenta Rudy. "Su programa favorito es 'Walking Wild in San Diego Zoo'".

La mañana en que todo pasó, Rudy tuvo un síntoma inusual: algo no andaba bien con uno de sus pies. Pero a cierta edad, tener algunos problemas para moverse por las mañanas no suele ser motivo de alarma, así que se levantó normalmente.

"Me senté en mi silla, bebí mi café, y para cuando me di cuenta ya era pasada la hora del almuerzo", recuerda Rudy.

Tenía la mitad del cuerpo paralizado, y no podía usar su mano ni su pie. Armstrong lo pensó un poco: si se dejaba estar, iban a encontrarlo dos días después, cuando alguien pasara por su casa a ver cómo estaba. Y él, claramente, no quería eso. Llamó entonces a Bubu.

"Le puse la mano sobre la cabeza", relata. "Nunca había intentado una conversación así con mi perra antes, pero le dije que estaba en problemas. Y que fuera a buscar a Kim".

Se refería a Kim Whittaker, la encargada del muelle. Y a ella fue la perrita inmediatamente. "¿Dónde está tu papi?", recuerda ella que le dijo a la pequeña heroína.

Bubu entonces hizo algo que le resultó raro a la encargada del muelle: se echó, como intentando representar la situación o comunicarle que algo no andaba bien. Kim comprendió y corrió al barco de Rudy. Fue ella quien llamó a la ambulancia.

Ahora, Rudy Armstrong se está recuperando en un centro de salud. Recibió una emotiva visita de su perra Bubu, quien permanece al cuidado de Whittaker. Los dos se echaban mucho de menos, como puede verse en las fotos.

Aquello de que los perros son nuestros mejores amigos no es sencillamente un decir. Así como Bubu salvó a su dueño en esta peligrosa circunstancia, poco tiempo atrás los perros de Julia, una anciana española, consiguieron que su dueña fuera rescatada cuando había caído en un pozo en un área deshabitada.