Miguel Poveda: la romántica historia de amor de sus padres
Una buena y gran historia de amor es sin duda aquella que trasciende el tiempo. Tan grande ha sido este sentimiento entre los padres de Miguel Poveda, que su relato ha llegado a la televisión conmoviendo a los espectadores.
El cantaor de flamenco Miguel Poveda nació de un matrimonio que sustentó sus bases en un profundo amor. En la vida real sus padres protagonizaron una historia romántica que bien podría pensarse solo sucede en el cine, pero para ellos fue la más dulce realidad.
Ha sido la propia Felicia León, madre de Miguel Poveda, quien contó la historia en el programa de televisión Chester. Tan pronto lo vio sintió que conocía al hombre de su vida y el flechazo fue inminente. A primera vista. Eran un par de adolescentes.
La mujer dijo que lo conoció con 16 años, en abril de 1969. Ocurrió en Badalona, en la discoteca 'La doncella de la costa'.
"Yo estaba allí con una amiga cuando lo vi entrar. Lo miré y le dije ‘ese chico tan guapo que entra por la puerta será el padre de mis hijos’. Ella me dijo: ‘Si no te conociera, diría que estás hablando en serio”, narró León en el programa de Cuatro.
Con ese encuentro comenzó una gran y fuerte relación que duraría más de cuatro décadas. Después de su primer flechazo tuvieron una cita que tres años más tarde los llevaría a unir sus vidas en el altar.
Felicia recordó que la primera mañana después de la boda solo pensó que ya estaba con su amor eterno, mientras le abrazaba. El amor dio como frutos tres hijos. Miguel fue el primero y once meses después llegaba Alicia. A los 11 meses nacería Sonia, la menor.
Si bien su historia de amor es romántica y hermosa, no quiere decir que no hayan tenido dificultades. Las discusiones se hacían presentes como es normal en una relación, pero sí que sabían arreglarse.
Solucionaban cualquier desencuentro bailando al compás de ‘Mis manos en tu cintura’ de Salvatore Adamo, la canción que la pareja tanto disfrutaba y que se volvió un emblema de sus reconciliaciones.
Su amor duró 44 años y solo fueron separados por el fallecimiento de su esposo en febrero de 2012. Tan maravillosa fue su unión que Felicia reconoce: "Si pudiera pedir un deseo, pediría que me lo devolviesen de nuevo para casarme con él".
En el mismo programa televisivo Miguel Poveda confesó hace unos años lo difícil que había sido para él confesar su homosexualidad. Sus padres no lo entendían.
Además sufría porque se encontraba en una relación con un hombre que aún no ha revelado su orientación sexual, por lo que su noviazgo ha sido a escondidas y privándose de muchos deseos, como por ejemplo, casarse.
En julio pasado Miguel unió su voz a la de María Jiménez para interpretar ‘Qué felicidad la mía’, una canción hecha especialmente para celebrar la vida y salud de la cantante de 70 años, después de haber pasado fuertes sustos de salud.
El tema fue un éxito desde su lanzamiento y en pocos días había superado los seis millones de reproducciones en la plataforma de videos de YouTube.