Alejandro Sanz y su ex Raquel Perera llegan a un acuerdo sobre su divorcio tras más de un año de negociaciones
Después de un año de negociaciones y abogados, Alejandro Sanz y su exmujer Raquel Perera consiguieron llegar a un acuerdo de divorcio. Han evitado llegar a juicio.
El cantante y la empresaria consiguieron acercar posiciones y establecer términos para firmar un acuerdo de divorcio. Así, hicieron oficial su separación sin necesidad de judicializar el expediente, como se creía que podía ocurrir.
Sanz se había casado con Perera, quien fue su asistente personal, en 2012. Tenían dos hijos en común, Dylan (9) y Alma (6). El acuerdo incluye los términos de la custodia, la crianza y la manutención de los pequeños.
Sus abogados informaron a EFE que se trata de "un acuerdo de divorcio totalmente satisfactorio".
Culmina así un proceso que inició en julio de 2019, cuando la pareja anunció su voluntad de mantener el vínculo familiar intacto. En su mensaje, los abogados pidieron respeto por la intimidad de sus representados.
Las negociaciones habían llegado a estancarse. Sanz había iniciado, por su parte, la demanda de divorcio en Madrid. En simultáneo, Perera impusiera otra en Miami, en la que solicitaba una pensión de 40.000 euros para los niños, más gastos de escolaridad y seguro médico.
Todo parecía indicar que la separación se terminaría de dirimir de manera judicial. Sin embargo, prevaleció la razón y los acuerdos, de acuerdo con los deseos iniciales de la pareja de mantener los buenos términos por el bien de los niños.
"Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será", escribió Sanz en el mensaje con el que anunció, en 2019, su ruptura. Destacó "el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos".
Perera, quien vivía en Miami, se mudará a España para que los niños crezcan cerca de su padre y para facilitar el régimen de visitas. Es una decisión que implica bastantes cambios para ella y los pequeños: cambio de casa, de trabajo y, para los hijos, de colegio.
No han trascendido los términos exactos del acuerdo, pero exmarido y exmujer han quedado conformes y en paz con el resultado. Es ahora tiempo de pasar la página y concentrarse en construir un futuro familiar.