Paloma Cuevas y Enrique Ponce harían cambios en acuerdo de divorcio vinculados a sus viviendas
La separación del torero y la madre de sus hijas ha sido la más mediática del verano. Ahora, el ojo público se ha centrado sobre los acuerdos a los que llegarán para firmar el divorcio.
Enrique Ponce está viviendo en pleno la relación con su novia, Ana Soria, de 21 años. Han pasado su primer verano juntos en Almería y las redes sociales han sido testigos de su creciente amor.
Paloma Cuevas ha preferido mantenerse alejada de los focos mediáticos y de la polémica. De hecho, manifestó que se encontraba velando por el bienestar de sus hijas, quienes ya retomaron sus clases en Madrid, después de la temporada de verano en 'La Cetrina'.
En su llegada a la capital se ubicarán en la casa de 'La Finca'. Mientras tanto, Enrique podrá disponer del piso en el que vivía el matrimonio, ubicado en 'Pintor Rosales'.
Este cambio ha sorprendido a la prensa, pues según algunos informes iniciales, sería él quien estaría en las vivienda a las afueras de la ciudad durante sus estancias en Madrid. Sin embargo, parece que prevaleció la necesidad que tiene Paloma de cuidar a sus padres.
Cabe anotar que el predio fue un regalo del padre de Paloma. Las remodelaciones iniciaron, pero poco a poco el proyecto se fue olvidando. Ahora, cuatro años más tarde, se espera que el trabajo termine lo antes posible para que ella pueda instalarse allí con sus dos hijas y sus padres.
Pese a la presión mediática, la expareja se ha mantenido firme respecto a la prudencia de sus declaraciones, el cariño y el acuerdo mutuo para dar por terminada su relación.
De hecho, se cree que ni siquiera los asuntos económicos, que suelen ser los más álgidos en los divorcios, han logrado cambiar esta disposición en ellos.
Enrique ha insistido a la opinión pública que rebaje la presión, permita que su separación fluya en paz y lo deje vivir con tranquilidad su nuevo romance con Soria.
Mientras tanto, sigue asistiendo a las plazas de toros sin la compañía de Ana, quien estuvo presente en la cogida del ‘Rompeolas’ en la plaza y se llevó su primer gran susto al lado del diestro.
Él continúa escribiendo la “A” sobre la arena, justo antes de entrar al ruedo, pero se niega a hablar con la prensa, que está pendiente de qué otras condiciones cambiarán en su acuerdo de divorcio.