Chiste del día: un hombre entra en una zapatería
Reír es el mejor remedio para darle sazón a la rutina. A continuación, disfruta de tu dosis de humor diaria con este hilarante chiste.
Un hombre entró en una zapatería y pidió probarse zapatos de talla ocho. El vendedor miró los pies del cliente y dijo que ese número no le quedaría bien él parecía ser talla 11.
Pared llena con zapatos deportivos. │Foto: Flickr
DECIDIDO A USAR TRES TALLAS MENOS
Sin embargo, el sujeto insistió en conseguir un zapato talla ocho y el vendedor terminó asumiendo el requerimiento. Cuando le trajeron los zapatos, el hombre se los probó y se puso de pie.
Como era de esperar, al cliente le molestaron mucho los pies porque los zapatos eran demasiado pequeños. Esto desconcertó al vendedor que no pudo evitar preguntar: "Señor, ¿por qué debe tener estos zapatos tan pequeños?".
¡VAYA MOTIVOS!
El hombre, muy serio respondió que tras perder su negocio y su casa, tuvo que irse a vivir con su suegra y que su esposa estaba teniendo una aventura con su mejor amigo. Como si el panorama de su vida no estuviese tenso ya, también descubrió que su hija estaba embarazada.
Después de decir todo esto, el hombre concluyó explicándole al dependiente de la tienda que dentro de cada situación incómoda hay un punto de satisfacción que le ayuda a soportar tanto embrollo:
"El único placer que tengo en la vida es quitarme estos malditos zapatos", zanjó el triste cliente.
UN ENCUENTRO CON EL PAPA
Si el chiste anterior te pareció gracioso, prepárate para deshacerte en carcajadas con la historia de una mujer que visitó a su peluquero para que le dieran unos toques finales a su cabello antes de viajar al Vaticano para ver al papa.
Sus pretensiones hicieron reír con ironía al estilista que no le dio esperanzas de lograr una entrevista con el sumo pontífice. Sin embargo, con mucha convicción, la mujer partió a Italia con su esposo y tuvieron una experiencia maravillosa que compartió con su peluquero un mes después.
UNA REACCIÓN INESPERADA
La feliz viajera le reveló que mientras caminaban por el Vaticano tuvieron la suerte de ser captados por guardia suizo que les informó un peculiar hábito del Papa, pues disfruta saludar a algunos visitantes, por lo cual fueron invitados a entrar en su habitación privada.
Así fue como ella y su marido tuvieron de frente al Papa, quien al verla no pudo evitar preguntarle algo muy simple. Los ojos del estilista se pusieron grandes y ansioso por saber qué le dijo el sumo sacerdote, insistió en conocer sus palabras sin imaginarse la contundente respuesta.
“El Papá me preguntó: ‘¿De dónde sacaste ese peinado espantoso?'”, respondió la mujer, ¡dejando al estilista sin palabras!.
Fuente: Startsat60, Jokes of the day.