Alessandro Lequio comparte el dolor de Ana Obregón: recuerda a su difunto hijo, Álex

A cuatro meses de su sentida partida, el padre de Álex Lequio compartió una nostálgica fotografía de ambos con un mensaje donde expresa su dolorosa realidad.

Las redes sociales se han convertido en un escenario ideal para hacer catarsis de emociones y sentimientos. El pasado 26 de septiembre, Alessandro Lequio lo hizo con una publicación a través de su Instagram.

“Nunca dejo de pensar en ti”, escribió Lequio.

En la fotografía que acompañó al mensaje, Alessandro comparte un tierno abrazo con su hijo Álex, quien en ese momento era un pequeño niñito con su cabecita llena de rizos dorados.

Entre los comentarios que aparecieron en su post, destacaron los de algunos compañeros de trabajo de Lequio, quienes con mucho cariño le expresaron su apoyo y solidaridad.

“Cuando la vida se salta el orden establecido no hay cosa más terrible para un ser humano. Pero hay que seguir siempre adelante, ¡ánimo!”, “La vida te dio un regalo maravilloso aunque por un tiempo muy limitado”, son algunos de los mensajes que recibió Alessandro.

No es usual que Alessandro se valga de las redes sociales para expresar sus sentimientos. Sin embargo, horas después publicó un video de un plato especial de salsa que estaba cocinando, con un mensaje donde le aseguraba a su hijo que le “habría encantado”.

A diferencia de Ana Obregón, quien se ha mantenido alejada de todo escenario público y ha compartido su dolor con imágenes y emotivos escritos dedicados a su hijo, Alessandro ha sido mucho más discreto con su proceso. En muy poco tiempo decidió volver al trabajo y a sus actividades cotidianas.

Para ninguno de los padres ha sido fácil afrontar la muerte de su hijo de apenas 27 años, después de vivir con la realidad de un diagnóstico potencialmente mortal por dos años, en la que el joven Lequio demostró al mundo el gran ser humano que era.

Recientemente, Ana compartió una carta incompleta que escribió su hijo, posiblemente en sus últimos días cuando la fuerza lo abandonaba. Allí Álex hacía una reflexión muy profunda acerca del tiempo que se disfruta con los seres queridos, el cual no valoramos hasta que ya no disponemos de él.