Josep María Mainat habla tras el primer juicio contra Angela Dobrowolski: "No quiero que entre en prisión"
El catalán solicitó una orden de alejamiento contra su esposa, quien por los momentos no será recluída prisión.
El caso de Josep María Mainat va tomando más relevancia con el curso de los acontecimientos. Tras el primer juicio contra Angela Dobrowolski, el productor audiovisual brindó declaraciones a la prensa, dejando claro que a pesar de todo, no la odia.
CON ACTITUD SERENA
Hace un par de meses Mainat casi pierde la vida por un coma diabético luego de presuntamente recibir más insulina de la que necesitaba su cuerpo. Aunque desde un principio señaló a su esposa como la responsable de este episodio, él no quiere que ella termine tras las rejas.
"No desearía por nada del mundo que ella entrara en prisión”, dijo Mainat a los periodistas que lo entrevistaron en las adyacencias del juzgado de Barcelona, según recopiló Socialité.
PADRE SOLTERO
Josep mostró una actitud compasiva y conciliadora, teniendo muy en cuenta la importancia de que sus hijos sigan teniendo presente la figura de su madre. Sin embargo, el juez le concedió una orden de alejamiento contra la alemana para garantizar su bienestar y el de sus pequeños.
"Me ha concedido lo que yo solicitaba, que es una orden de alejamiento porque tengo miedo a que pase algo y no quiero que pase. Yo no quería que mis hijos leyesen o dijesen que yo había enviado a su madre a la cárcel", reveló Josep a los medios, de acuerdo al Heraldo.
SIN RENCOR
El ex 'Trinca' aclaró que para el momento del incidente ya estaban separados y que antes de quedar en coma tuvieron una tremenda discusión porque ella seguía oponiéndose al divorcio, aunque ya vivía en otro piso con una nueva pareja.
De aquella noche del 22 de junio lo último que Josep recuerda es a Angela inyectándolo, pero confesó ante las cámaras que no le guarda rencor: "No la odio".
¿QUERÍA FRUSTRAR EL DIVORCIO?
Lejos de buscar un castigo penitenciario para Dobrowolski, a Mainat le gustaría que su ex mujer recibiera ayuda psicológica, pues desde que comenzaron a discutir su sepración en enero de este año estuvo mostrando preocupantes cambios de humor.
De acuerdo a diversios medios, las acciones de la alemana estuvieron orientadas a impedir el divorcio para seguir siendo parte de la millonaria herencia que el productor dejaría tras su fallecimiento.
Las investigaciones en torno al caso continúan mientras a sus 74 años de edad recién cumplidos, un renacido Mainat comparte su vida entre los trámites judiciales y su papel como padre soltero.