Toñi Moreno y la maternidad después de los 40: "Antes de tener a Lola tuve dos abortos"
La periodista de Telecinco se sincera sobre el reto de la maternidad después de los 40 años. No es una tarea fácil pero ella se siente bendecida.
Toñi Moreno dio a luz a su hija, Lola, el 21 de enero de 2020. Desde entonces, se ha enfrentado a la maternidad en medio de las condiciones especiales que ha impuesto la pandemia.
Ser madre es una etapa de la vida que reordena las prioridades de cualquier mujer. Sin bien es una época llena de luz también está llena de responsabilidades y cambios en todos los aspectos.
En otros momentos de la historia, lo tradicional era asumir la maternidad en etapas tempranas de la vida. En la actualidad, cada vez son más las mujeres que optan por tener hijos en edades más avanzadas.
Por ejemplo, la presentadora trajo al mundo a Lola a sus 46 años. Y, aunque la pequeña es un sueño cumplido, la maternidad la ha sorprendido por completo.
Ella se ha enfrentado a un embarazo complicado, a la depresión posparto y a los cambios en su cuerpo. Situaciones que la han alentado a escribir su libro 'Madre después de los 40: la verdad del cuento'.
Con esta publicación, Moreno pretende ayudar a muchas madres y padres, quienes se aventuran a tener hijos por primera vez.
Ella se sincera sobre los aspectos no tan positivos que debe enfrentar una madre primeriza. Además, habla de este proceso sin el apoyo de una pareja.
"Hay mucho tabú en reconocer la parte negativa de la maternidad, cosas que no se cuentan como la depresión posparto, ¿por qué no vamos a poder contar que después de dar a luz estamos tristes y lo único que queremos es llorar?", dijo.
La periodista no solo ha tenido que superar ese bajón de ánimo sino que ha estado luchando para aceptar los cambios que ha sufrido su cuerpo desde que dio a luz.
"Yo sigo pasándolo muy mal, mi cuerpo no ha vuelto a ser el de antes (...) Cuando me miro en el espejo sigo sin reconocerme, mis pechos eran espectaculares y ahora me llegan por las rodillas", contó.
Cabe anotar que a los contratiempos propios de la maternidad de Toñi se sumó la contingencia generada por la pandemia de covid-19. El Estado de Alarma fue emitido cuando Lola tenía dos meses de nacida.
Toñi estuvo confinada en su casa mientras cuidaba a su hija. Lo hizo sola y, como otras personas, también recibió el impacto emocional del momento. Sin embargo, su situación era especial.
La periodista también reconoció que no disfrutó su embarazo y llegó al día del parto con la intención de que este proceso terminara pronto. Sentimientos que no tiene miedo en confesar pese a que luchó por quedar embarazada.
Ella tuvo dos abortos antes de concebir a Lola. No los asumió como una pérdida y decidió intentar la última vez. No obstante, siempre fue consciente de que su felicidad no dependía de ser madre.