La aventura de la princesa Anne con su antiguo guardaespaldas casado: usó el nombre clave de Sra. Wallis
Peter Cross solía guardar una imagen de la princesa Anne enmarcada en cuero y firmada por ella, en la habitación de invitados de su vivienda en Kent.
La fotografía era un conmovedor recordatorio de lo que con tacto fue denominado una “amistad cercana” entre ella y su exguardaespaldas.
Tras la cuarta temporada de ‘The Crown’, esa supuesta “amistad” se convirtió nuevamente en el centro de atención.
La princesa Anne en el aeropuerto de Sydney. | Foto: Getty Images
Pero, debido a que la serie ha generado controversia por su tendencia a tergiversar la realidad en aras del drama, Daily Mail rastreó a Cross, que ahora tiene 72 años, para conversar con él.
El medio de comunicación británico también habló con su expareja, Gillian Nicholls, quien conoce muchos de los secretos del exoficial.
La princesa Anne cabalgando por Centennial Park. | Foto: Getty Images
HISTORIA DE SU RELACIÓN
La historia de Anne y Peter Cross se remonta a 1979, cuando los oficiales superiores de Scotland Yard asignaron al policía nacido en Sheffield al escuadrón de protección real.
El sargento comenzó a proteger a Anne el otoño de ese año en Gatcombe Park en Gloucestershire, y también durante los compromisos reales.
La princesa tenía 29 años en aquel entonces. Estaba casada con el capitán Mark Phillips, con quien tuvo a su hijo Peter, que tenía dos años en aquella época. El matrimonio duró seis años.
La princesa Anne y Peter Cross en el Silvermere Equestrian Center en Cobham en Surrey, el 12 de abril de 1980. | Foto: Getty Images
COMPARTÍAN MUCHO TIEMPO JUNTOS
A pesar de su origen decididamente urbano, se dice que Cross se mezcló sin esfuerzo en los numerosos eventos ecuestres a los que asistió, vistiendo una gorra de pata de gallo y una chaqueta acolchada.
A Cross y a la princesa se les veía a menudo juntos, riendo y bromeando, en numerosos eventos ecuestres.
En privado habían comenzado a tener conversaciones más profundas, sinceras y personales en las escaleras traseras de Gatcombe, o a tomar café juntos hasta la madrugada.
La princesa Anne y Lord Mountbatten. | Foto: Getty Images
El propio Cross relató cómo fue su relación: “Fue muy afectuosa. Nos llevamos fantásticamente. Los dos éramos personas sinceras a las que les gustaba tener los pies en la tierra”.
Señaló que la princesa por lo general estaba sola debido al trabajo de su esposo: “Tenía que estar con ella. Yo era su guardaespaldas. Naturalmente, hablábamos mucho”, dijo.
Su primer beso tuvo lugar cuando el esposo de la princesa no estaba. Tras eso, el par llevaba a cabo sus encuentros íntimos en una cabaña vacía en la finca, en el apartamento de la princesa en el Palacio de Buckingham, y en una casa que le prestaba un amigo.
La princesa Anne y el rey Philip dejando el Ayuntamiento para las carreras Randwick. | Foto: Getty Images
ESTABA CASADO
Cross contó que sus sentimientos por la princesa estaban muy cercanos al amor, a pesar de que estaba casado con su novia de la juventud, Linda, con quien con quien tuvo dos hijas pequeñas.
Se dice que, en septiembre de 1980, el esposo de Anne se enojó por el “exceso de familiaridad” que el guardaespaldas tenía con su esposa.
Debido a esto, el comandante Michael Trestrail, guardaespaldas de la reina Elizabeth II, le dijo a Cross que tendría que renunciar. Para cuando la princesa se enteró, Peter Cross ya había hecho las maletas y había abandonado sus aposentos.
La princesa Anne sobre su caballo. | Foto: Getty Images
Hasta el momento no se ha revelado si la reina estuvo involucrada en la decisión. El exguardaespaldas afirmó que Anne le escribió para manifestar que lamentaba que lo hubieran despedido.
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En diciembre de ese año, antes de la Navidad, un detective real visitó a Cross y le entregó una tarjeta y una caja de galletas de parte de la princesa. También le pidió su número de teléfono para dárselo a ella.
La princesa Anne y el Capitán Mark Phillips en el Centro Ecuestre Silvermere en Cobham, Surrey, el 12 de abril de 1980. | Foto: Getty Images
Poco después, tras ser convocado, Cross y Anne se reunieron en la biblioteca en Gatcombe Park. Después de eso, se veían una vez al mes. Linda Cross, exesposa del antiguo oficial, contó que la princesa llamaba regularmente a su casa, entre enero y septiembre de 1981.
Recordó específicamente una llamada de la princesa que tuvo lugar el 15 de mayo de aquel año, en que la princesa dio la noticia de que había dado a luz a una niña.
Si bien dijo que las infidelidades previas habían dejado su matrimonio en ruinas, la tensión de estar enredado con la princesa fue la gota que colmó el vaso.
a princesa Ana charlando con los trabajadores mientras visita una fábrica en el Reino Unido
SUS LLAMADAS SECRETAS
Otra infidelidad fue con Gillian Nicholls, quien conoció a Peter Cross en 1981, tras ser despedido como guardaespaldas de la princesa, cuando comenzó a trabajar en una oficina de seguros donde ella era recepcionista.
Nicholls confirmó que Cross continuó viendo a Anne. De hecho, en varias ocasiones la recepcionista llegó a sorprender al exoficial llevando a cabo llamadas telefónicas secretas con ella en la oficina donde ambos trabajaban.
La princesa Anne, su hija y su madre, la reina Elizabeth II, en el castillo de Balmoral, Escocia. | Foto: Getty Images
Cuando la princesa lo llamaba por teléfono a su lugar de trabajo usaba el pseudónimo de Señora Wallis. “Su romance con ella siempre eclipsó nuestra relación. Siempre se sintió como si ella estuviera allí de fondo”, dijo Gillian a Daily Mail.
Cross dejó a su esposa en 1983. Se mudó con la recepcionista cuando vendió su apartamento y compraron una casa propia. Él y Nicholls continuaron trabajando juntos durante los tres años siguientes.
Él guardaba la fotografía de la princesa firmada y enmarcada en cuero en el dormitorio de invitados de la vivienda. “No me importaba que estuviera en la casa. Nunca me sentí amenazada por la princesa Ana. Siempre la he admirado”, contó la recepcionista.
La princesa Anne y su hijo Peter Phillips el 3 de mayo de 2008 en Badminton, Inglaterra. | Foto: Getty Images
FIN DE SU RELACIÓN CON ANNE
El exguardaespaldas afirmó que su última conversación con la princesa fue en noviembre de 1983, cuando ella lo invitó a “pasar un día en el campo” y él le dijo que estaba en una nueva relación, con Gillian.
En 1985, Cross abandonó a Nicholls. Estaba completamente devastada cuando se enteró de que él se había casado con una enfermera dental que había conocido seis meses antes durante un chequeo.
Ese mismo año, el exguardaespaldas también terminó traicionando la confianza de la princesa con la que tuvo un romance y que le entregó su amor, cuando vendió su historia juntos al News of The World, un tabloide dominical.