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Carlota, la emperatriz de México: una vida marcada por pérdidas y décadas de aislamiento

Fabricio Ojeda
25 dic 2020
23:40

Educada para reinar y liderar una nación, su vida dio un vuelco gigante que la llevó a la locura. Tragedias, tristeza y aislamiento. Así fue la historia de la única mujer que gobernó México con el título de emperatriz.

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Carlota de Bélgica nació como princesa al ser la hija del rey Leopoldo I de Bélgica y la princesa Luisa María de Orleans. Fue descrita como "una princesa de cuento de hadas" por Igler en la biografía 'Carlota de México', pero su historia no tuvo un final feliz.

Carlota de Bélgica y su esposo, Maximiliano de Habsburgo. | Foto: Getty Images

Carlota de Bélgica y su esposo, Maximiliano de Habsburgo. | Foto: Getty Images

Su vida ha sido inmortalizada en el papel por diferentes escritores y medios de comunicación. Entre anécdotas, recopilaciones y algunas historias aún sin confirmar, hay una verdad innegable que resalta en todas las versiones: aunque nació para reinar, murió en el más cruel olvido.

SUS PRIMEROS AÑOS

Carlota recibió la educación de una princesa. Creció entre clases de artes, política, geografía, filosofía, historia, música, y toda la formación necesaria para la hija de un rey. La única niña entre 4 hermanos.

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Desde pequeña, ya las tragedias se asomaban en su vida. Tenía solo 10 años cuando falleció su madre, pero eso no detuvo su formación. Quedó bajo la tutela de Antonieta Dionisia de Grimoard, condesa d'Hulst y se dice que siempre estuvo interesada en aprender más y moverse en el mundo de la política.

Retrato de Carlota de Bélgica. | Foto: Getty Images

Retrato de Carlota de Bélgica. | Foto: Getty Images

ENTRE EL AMOR Y EL PODER

A los 16 años se enamoró de Maximiliano de Habsburgo, el hermano de Francisco José I, el emperador de Austria. Atraída por el joven, se casaron en 1857 y vivieron en el castillo de Miramar, en el noroeste de Italia.

Y aunque no estuvieron inmersos en todas las responsabilidades que conlleva reinar un país, el deseo de ocupar el trono seguía latente en su vida. Hasta que les llegó una oportunidad que parecía increíble: asumir la corona del país que, en aquel entonces, estaba pasando por su segundo imperio.

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Él se convertiría en el Emperador I de México y ella en la Emperatriz, y así fue. El 10 de abril de 1864 en la Catedral de Ciudad de México, María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Orleans se convirtió en la primera mujer en gobernar el país.

Carlota de Bélgica sentada. | Foto: Getty Images

Carlota de Bélgica sentada. | Foto: Getty Images

UNA HISTORIA SIN TREGUAS

La princesa estaba encantada con el país latinoamericano y así lo expresó en las cartas que le envió a la condesa d'Huslt. Su dedicación era tanta que fue ella quien se encargó de crear obras de caridad para la sociedad, mejorar los servicios de transporte, comunicación.

Llegó a decretar una ley que garantizaba la educación primaria gratuita y legal. También fundó la Junta Protectora de las Clases Menesterosas, que se encargaba de velar por los intereses de los indígenas.

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Se dice que Carlota realmente amaba al país azteca, pero el grupo de liberales mexicanos no sentía el mismo aprecio por el imperio.

Carlota de Bélgica con paraguas y sombrero. | Foto: Getty Images

Carlota de Bélgica con paraguas y sombrero. | Foto: Getty Images

DEL IMPERIO A LA LOCURA

Las tropas francesas muy pronto se retiraron del país y los liberales comenzaron a ganar más partido. Y el 19 de junio de 1867 capturaron y ejecutaron al emperador, Maximilano.

La historia fue distinta para ella, pocas semanas antes había regresado a Europa a solicitar ayuda sin ser escuchada. Carlota no pudo soportar la tragedia de su vida: la caída de su imperio, la ejecución de su esposo, el odio de un país al que amó.

A los 26 años tenía comportamientos repetitivos, psicosis y vivió en el más cruel aislamiento hasta el día de su muerte, a los 86 años. Su historia está llena de tragedias, aunque no es la única princesa envuelta en líos. Sheikha Latifa es otra historia de una princesa en apuros.

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Es la hija de uno de los hombres más ricos del mundo y podría tener una vida llena de innumerales lujos, pero la princesa ha intentando huir muchas veces de los abusos de poder de su padre.

Se dice que se encuentra retenida en contra de su voluntad. Mientras muchas mujeres desearían vivir rodeadas de poder, Latifa desea escapar y encontrar su libertad.

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