logo
página principalCelebridades
Getty Images
Getty Images

La vida de Pierre Cardin, contada por él mismo: de sus encuentros con Fidel Castro a los intentos de actuación

El legendario diseñador italiano falleció a los 98 años, dejando atrás una vida llena de éxitos y fama que lo ubicó como uno de los más grandes del siglo XX en la industria de la moda.

Publicidad

Nació como Pietro Cardini el 2 de julio de 1922 en un lugar cercano a Venecia, en una finca rodeada de viñedos. Su padre vendía hielo para conservar alimentos y su madre se dedicó a cuidar a sus nueve hijos.

Eran una familia acomodada hasta que la Primera Guerra Mundial los obligó a migrar a Francia. Por entonces, Pietro era apenas un niño.

Publicidad

A los ocho años, la idea de instalarse en París y ser un gran diseñador se instaló en su cabeza. Su propósito vino cuando le cosió un vestido con algunos retazos de su madre a una muñeca de una amiga de infancia.

A los 17 años emprendió un viaje en bicicleta hasta París, pero un control militar nazi lo hizo regresar. De vuelta a casa decidió instalarse en Vichy, donde se hizo amigo de la condesa de La Cambredette.

En 1945, ella lo ayudó para trabajar en Chez Paquin, la casa de moda más importante de París. De inmediato demostró el gran talento que tenía para su oficio.

Publicidad

Pronto empezaron a llegar las grandes oportunidades que fueron abriendo camino para su exitosa trayectoria profesional que él mismo contó en una entrevista exclusiva para Vanity Fair.

Jean Cocteau lo contrató para hacer el vestuario de la película 'La Bella y la Bestia' y después empezó a trabajar con Christian Dior.

Cinco años más tarde era el diseñador favorito de los cineastas y actores. Entre sus amigos más íntimos figuraron Luis Buñuel y Salvador Dalí.

Publicidad

Cardin había alcanzado las altas esferas de la moda, pero quería algo más: que sus diseños estuvieran en la calle. Y así lo hizo.

"Las celebrities y las princesas me daban un poco igual. Cenaba con ellas, por supuesto, pero no las veía con mis diseños. Hubieran estado ridículas", dijo.

En 1959 lanzó su colección Prêt à porter y la vendió en almacenes grandes que no eran de alta costura, escandalizando a sus colegas de la vieja guardia.

Publicidad

"Yo soy independiente. No me ocupo de los demás. Ya tengo bastante con ocuparme de mí. Solo me interesa lo que yo hago", dijo al respecto.

Decidió diseñar ropa para hombres porque se dio cuenta de que era un mercado por explotar. Así, viajó por varios lugares del mundo intentando ser pionero con sus arriesgados diseños.

Donde llegaba era bien recibido por los jefes de Estado, incluyendo a Fidel Castro, con quien tuvo una buena amistad e intentó hacer negocios.

Publicidad

"Muy agradable e inteligente; un tipo sociable y cultivado", así definió a Fidel.

Sin embargo, Cardin recuerda que el mandatario intentó utilizarlo en sus políticas relacionadas con Estados Unidos. El diseñador no quiso continuar.

Cardin decidió vender licencias de su marca a productores locales de muchos países. Aunque muchos le auguraban que su marca desaparecería, fue el único que mantuvo la propiedad de su firma hasta su muerte.

Asimismo, confesó que hizo un papel junto a Jeanne Moreau en 1973. No obstante, aunque era amante del cine, la actuación no era para él.

Publicidad

No le gustó el mundo de la interpretación porque se perdía mucho tiempo. Él no concebía que tardaran tantas horas para rodar tres minutos.

El cine, el teatro y la danza eran otras de sus pasiones. En Lacoste, al sur de Francia, restauró el castillo del marqués de Sade. Allí organizó por muchos años un festival que reunía estas tres disciplinas artísticas.

Su dinero lo invirtió en propiedades caras que después podía vender a un precio más alto. Por eso, se describía como más fanático del ladrillo que de los bancos.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares