Esta es la pasión que casi les cuesta las vidas a Juan Carlos y la infanta Cristina en 1990
Hace 30 años, el rey Juan Carlos I de España y la infanta Cristina se llevaron un susto por conducir a altas velocidades.
El Rey emérito siempre se ha mostrado más cercano y afín con sus hijas, Cristina y Elena de Borbón y Grecia, que con su único varón, Felipe VI. El heredero al trono se llevaba mejor con su madre, ya que ambos tenían un carácter similar.
La relación entre el monarca y su hijo era un tanto distante. Juan Carlos solía quejarse con frecuencia con el marqués de Mondéjar y con el general Sabino Fernández Campo que Felipe era un mimado por su progenitora.
Don Juan Carlos con sus hijas con motivo del primer cumpleaños de Cristina el 13 de junio de 1966. | Foto: Getty Images
AFICIONES COMPARTIDAS
Jaime Peñafiel, periodista afín y experto a la Casa Real, ha dicho en varias ocasiones que padre e hijo nunca fueron muy unidos. Con las infantas era muy diferente, pues con ellas compartía su afición por los deportes como la vela.
Don Juan Carlos era especialmente apegado a su la exduquesa de Palma, quien desde joven se destacó como deportista. Ambos se llevaban de maravilla pues compartían la misma pasión por las motos y los automóviles.
Alvaro Bultó, hijo del cofundador de las fábricas de motos Bultaco y Montesa, fue quien despertó en Cristina el interés por la velocidad. De acuerdo a Pepe Oneto, el mismísimo rey fue quien enseñó a sus pequeñas a conducir en el recinto de la Zarzuela.
Cristina y Juan Carlos en el compromiso de Christina de España e Iñaki Urdangarin en Madrid, España el 3 de mayo de 1997. | Foto: Getty Images
Las infantas aprendieron a manejar un vehículo en carreteras con abundantes curvas, en las que está prohibido ir a más de cincuenta por hora hoy en día.
AMOR POR LA VELOCIDAD
Durante su estancia en la Ciudad Condal, la consorte de Iñaki Urdangarin aprovechaba para ir al Salón del Automóvil, lugar donde las firmas más importantes daban a conocer sus novedades.
El disfrute de conducir a altas velocidades representó un dolor de cabeza para los escoltas de Juan Carlos y su hija. Era el año 2002 cuando el rey se vio envuelto en un accidente en Palma cuando corría en un 'escarabajo' (New Beetle) de Volkswagen.
Juan Carlos de España mirando un coche durante la inauguración del nuevo modelo Renault Captur en Valladolid, el 5 de febrero de 2013. | Foto: Getty Images
Cuando cursaba sus estudios en la Facultad de Ciencias Políticas, la exduquesa solía conducir a toda velocidad en la carretera de La Coruña dirección Madrid.
COCHES LUJOSOS
José García Abad cuenta en su libro ‘La soledad del Rey’ que varios empresarios obsequiaban lujosos automóviles al rey. Javier de la Rosa le llegó a regalar un Porsche deportivo durante la celebración de su cumpleaños.
Otros regalos impresionantes que recibió Juan Carlos incluyen un Mercedes deportivo valorado en 144.500 euros y un Audi RS6, con un valor aproximado de 100.000 euros.
Aunque Cristina no se había establecido definitivamente en Barcelona, su relación con Bultó y las Olimpiadas la llevaron a visitar la ciudad a menudo.
EL ACCIDENTE QUE PUDO CAMBIAR TODO
Hace 30 años, Juan Carlos y la infanta Cristina se encontraban en la capital catalana para celebrar las Navidades en familia. Ambos iban a todo pedal desde Baqueira en el Porsche que le obsequió Javier de la Rosa al rey.
Sin embargo, aquella imprudencia casi les costó la vida cuando tomaron una curva demasiado rápido y saltaron de la carretera por las placas de hielo.
Sus escoltas llegaron inmediatamente al lugar. Una vez que comprobaron que padre e hija seguían con vida y que estaban en buenas condiciones, continuaron su trayecto a una velocidad prudencial.