Leticia Sabater se sincera sobre su físico y su infancia: "Nací muy fea"
Leticia Sabater se sinceró con la revista Lecturas sobre su infancia y su apariencia física de entonces que le valió muchos insultos en la escuela.
Sabater, quien recientemente protagonizó una polémica por una fiesta ilegal que se celebró en una de sus propiedades en alquiler, se abrió por completo sobre diversos aspectos de su infancia y juventud, que la han vuelto la mujer fuerte que es en la actualidad.
Con esta entrevista pudimos conocer el lado menos bromista e informal de la artista, quien durante mucho tiempo fue acosada en el colegio por cómo se veía. Esto resultó en una Leticia con decenas de modificaciones y cambios de imagen, efectuados a lo largo del tiempo.
Es lo que le ha tocado vivir lo que la ha vuelto tan fuerte y optimista. Ni siquiera con la reciente muerte de su hermana a causa de un paro cardíaco vimos a Leticia derramando lágrimas, aunque sí admitió estar sorprendida por lo repentino del asunto.
Además del fallecimiento de Silvia a sus 57 años, Leticia también ha tenido que atravesar la partida de un padre. Como si esto fuera poco, debió vivir la desaparición de su pareja.
Por otro lado, Sabater contó que, desde que nació, ha hecho frente a situaciones difíciles. Según narró, ella nació casi muerta y en ese primer año de vida debió “superar muchos problemas”.
“Es muy difícil verme llorar porque soy fuerte desde que nací”, manifestó la carismática tertuliana.
Aun después de sobrevivir, su apariencia física la volvió blanco de burlas en la escuela. Ella era el “patito feo” y muchos compañeros se metían con ella.
“Nací muy fea, con muchos defectos, y eso te crea una costra muy gorda. (…) Nací con muchos problemas físicos. Tenía las rodillas torcidas y era bizca”, confesó a Lecturas.
Afortunadamente, al entrar en la adolescencia, las cosas empezaron a cambiar. Leticia tenía 14 años cuando se transformó en “un cisne” y los varones empezaron a fijarse en ella. Para Sabater, el resto es historia.
Actualmente, la mujer de 54 años goza del físico que desea, y corre al salón de estética cuando gusta, con tal de cumplir sus deseos de verse cada vez mejor.