Charlotte Tiedemann, la mujer que pudo ser reina de España y se sospechaba que era una espía

De una belleza impresionante y grandes ambiciones por ver a su esposo convertido en rey, esta cantante y actriz alemana fue despreciada por su familia política.

La vida fue muy generosa con Charlotte Tiedemann. Pero esta artista, dotada de una hermosa voz y un físico envidiable, no tuvo la mejor de las suertes en el amor.

Cuando conoció a Don Jaime, la espigada rubia de ojos azules ya tenía dos divorcios en su historia, y esta fue, entre otras cosas, una de las razones por las cuales siempre fue rechazada por la familia real.

DIVORCIADA Y POSIBLE ESPÍA

Nacida en Königsberg, antigua ciudad de Alemania, en enero de 1919, Charlotte siempre tuvo clara su vocación artística. Muy pronto formó parte de un grupo de cantantes de ópera como mezzosoprano.

En ese tiempo, trabajó con el libretista de operetas Heinz Hentschke, quien era funcionario de la Alemania nazi, y una de las razones por las cuales se relacionó a Charlotte con el nazismo. La viuda de Gonzalo de Borbón, Mercedes Licer, afirmaba que, según su esposo, Tiedemann había sido una espía nazi.

A sus 20 años Charlotte contrajo matrimonio con el ingeniero de sonido Franz Büchler. Con él tuvo a su única hija, Helga. Pero en apenas unos meses se divorciaron.

Algunos años después, Charlotte se casó por segunda vez. Esta vez su pareja era Fritz Hippler, jefe de departamento de cine y director del documental antisemita ‘El judío eterno’. Se divorciaron en 1947.

Ese mismo año Tiedemann y don Jaime se conocieron en el restaurante italiano ‘Il Faro’, y el flechazo fue inmediato. Él se había divorciado de Emmanuelle Dampierre y tenía 39 años.

A pesar de la resistencia de la familia real, la pareja contrajo matrimonio tras dos años de noviazgo, en agosto de 1949. La madre de Jaime, la reina Victoria Eugenia, jamás quiso conocer a Charlotte.

“La ignoraron porque era divorciada y porque creían que no era buena influencia para él. Por eso quedó borrada”, dijo Mercedes Licer, según recoge la revista Vanity Fair.

POSIBLE REINA

Años atrás, Jaime, tío del rey emérito Juan Carlos, había renunciado a sus derechos sucesorales debido a su sordera. Su padre, para convencerlo, le había otorgado el título de duque de Segovia, así como la estabilidad económica de por vida.

Pero Charlotte lo presionó a hacer lo posible para recuperar el trono que le correspondía por derecho. Incluso, ante la resistencia de todos a aceptarla como posible reina, dijo estar dispuesta a divorciarse, si eso le permitía a Don Jaime llegar al trono.

Finalmente, la muerte accidental de su esposo en 1975 dejó a Charlotte en un desamparo total. Muy enferma y sola, murió cuatro años después, a los 60 años, en Lausana.