Cartera de Chicago nota que una mujer de 89 años no recogió el correo en 3 días y salva su vida llamando al 911

La mujer fue más allá de su labor y terminó salvando la vida de una anciana, quien se encontraba inconsciente y sola en su domicilio.

Algunas personas no solo se toman su trabajo en serio, sino que suelen ir más allá en su labor. Estas actitudes han salvado vidas en muchas oportunidades.

Esa es la historia de Shonda Lemon, quien recibe muchos elogios en estos días por haber salvado la vida de una mujer de 89 años.

La cartera del Servicio Postal de Estados Unidos trabaja repartiendo la correspondencia en el vecindario Dunning de Chicago desde hace cuatro años.

Ella ha creado lazos estrechos con algunos de sus clientes, como la amistad que hizo con Helen, a quien le instaló unas bandas elásticas en el correo para ayudarla a coger sus paquetes.

"Los ancianos de mi ruta son muy queridos para mi corazón", dijo Lemon.

Tal vez por eso no tardó en notar que Helen no había recogido el correo durante tres días. Una situación que prendió sus alarmas.

La cartera, en medio de su preocupación, llamó a la puerta, pero no hubo respuesta. Entonces, decidió contactarse con el 911 para un chequeo de bienestar.

En cuanto llegaron los paramédicos, Helen fue encontrada tirada en el suelo. No había comido ni bebido nada por varios días.

La anciana fue llevada al hospital y las autoridades contactaron a su sobrina, Mary Mason, quien se mostró conmovida por lo sucedido con su tía y agradecida con Shonda.

Mary lloró con la noticia aunque se sintió aliviada de que su familiar estuviera viva. Enseguida, elogio el accionar de la cartera, afirmando que sin su rápida respuesta el desenlace hubiera sido fatal.

Manson se reunió con Lemon y ambas se fundieron en un emotivo abrazo mojado con algunas lágrimas de agradecimiento y felicidad por haber salvado a Helen.

El Servicio Postal reconoció la labor de Shonda y afirmaron que a menudo sus empleados van más allá en el trabajo.

Ellos suelen conocer los hábitos de sus clientes y en cuanto notan que algo no está bien son los primeros en avisar al servicio de emergencia.

Por su parte, Lemon dice que no se siente como una heroína, porque cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo.

"Simplemente me veo a mí mismo como uno de los hijos de Dios que cuida a sus otros hijos. Esa fue mi bendición por el día, que ella estuviera bien", concluyó.

Helen se encuentra en recuperación y recibiendo terapias. Además, está feliz del cubrimiento que le han dado a su historia para resaltar el gesto de Lemon.