Los detalles del robo al esposo de Andrea Legarreta: su hija rogó que no lo mataran
El cantante informó que los delincuentes formaban parte de una banda criminal y que, por suerte, ya fueron detenidos.
Una vez más el hampa ha hecho de las suyas, robándole, más que lo material, la tranquilidad a los ciudadanos mexicanos. En esta oportunidad Erik Rubín y su hija mayor fueron las víctimas de un asalto en el que corrió peligro la vida del artista.
UN HECHO LAMENTABLE
El incidente ocurrió el pasado sábado 13 de febrero, cuando el cantante y su hija, Mía, circulaban en su Porsche por el barrio Polanco, en la Ciudad de México.
Un maleante armado se acercó al vehículo y amenazó a Erik con quitarle la vida si no le daba su reloj. Ante la advertencia, la primogénita de los Rubín-Legarreta entró en una crisis de nervios, mientras rogaba que no le hicieran daño a su padre.
UN HECHO TRAUMÁTICO
El exTimbiriche hizo pública la historia y detalló que no se resistió al robo y que, afortunadamente, el delincuente ya fue capturado por cuerpos policiales. Además agregó que el hombre en cuestión pertenecía a una banda delictiva que ya tenía varias denuncias encima.
Por su parte, Legarreta comentó a su audiencia lo difícil que fue para su hija de 15 años presenciar toda la situación. Según comentó la presentadora, la adolescente apenas podía abrir los ojos por lo hinchados que los tenía de tanto llorar.
SE SINTIÓ DESESPERADA
"Es que yo solamente le pedía a Dios que no me quitaran a mi papá'", dijo la jovencita, según reseñó Univisión.
Luego de una larga plática, la chica finalmente pudo tranquilizarse y adoptar una actitud de agradecimiento porque el asunto no pasó de ser tan solo un mal momento.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Esta no es la primera vez que esta familia tiene un encuentro con el hampa. En 2017, un grupo de ladrones irrumpió en su hogar y lograron llevarse relojes y joyas. Por suerte, ni la pareja, ni sus hijas estaban presente cuando todo pasó.
A pesar de que la delincuencia parece no amainar en México, Andrea y Erik no pretenden emigrar de su país. Al contrario, se mantienen firme con la convicción de que hay más personas buenas que malas en una ciudad que día a día sufre los embates del crimen organizado.