Tamara Falcó recuerda el momento en que tuvo que buscar ayuda psicológica profesional
La marquesa de Griñón se animó a contar en ‘El Hormiguero’ que ella también ha tenido que recibir ayuda por su salud mental, y relató detalles de su experiencia.
Tamara Falcó es una aristócrata sumamente exitosa. Sin embargo, esto no implica que no tenga problemas como el resto.
De hecho, recientemente la hija de Isabel Preysler confesó en ‘El Hormiguero’ que ha tenido baches emocionales tan importantes que ha requerido de ayuda psicológica para hacerles frente.
La marquesa explicó que hace un tiempo experimentó una fuerte ansiedad por la comida que la llevó a aumentar 20 kilos.
En ese momento ella ni siquiera se imaginaba que tenía un problema, pero poco a poco empezó a darse cuenta de que incluso tenía muchas cosas más en las que debía trabajar.
“Fui porque comía un montón y estaba muy gorda, y al principio pensé que para nada porque era un coach y tal, pero al final salieron un montón de cosas que no sabían que estaban ahí”, dijo.
Tamara contó que todo empezó sin darse cuenta luego de hacerle frente al duelo por la muerte de su padrastro, y fue precisamente eso en lo que más trabajo con el psicólogo. “Hay cosas que te guardas para dentro que no sabes ni que están”, contó.
La marquesa de Griñón explicó que en la terapia le enseñaron unos ejercicios para que el dolor que sentía no fuese tan fuerte, y fue precisamente eso lo que la ayudó a salir adelante y controlar su problema de ansiedad.
La hija de Isabel Preysler quiso aprovechar la atención que se le estaba prestando para resaltar que no importa la clase socioeconómica que se tenga cuando se trata de la salud mental.
“Es verdad que los problemas son mayores cuando no hay dinero, pero todos tenemos sentimientos”, señaló.
Tamara comentó que es esencial darle la importancia que merece a este tema y acudir a un profesional si es necesario.
Estas palabras fueron secundadas por todos los presentes en el plató de ‘El Hormiguero’. Pero especialmente por el presentador del programa, Pablo Motos, quien concluyó que el hecho de que un problema no se vea, no significa que no exista.