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Lo declaran con muerte cerebral pero empieza a parpadear justo antes de que donaran sus órganos
Los órganos de Lewis salvarían la vida de otras siete personas. Sin embargo, todo cambió súbitamente.
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El pasado 13 de marzo Lewis Roberts, de 18 años de edad, fue atropellado por una van en Leek, un poblado del Reino Unido. El accidente le causó daños neurológicos que se creían irreversibles, dejándolo con muerte cerebral.
ESTABAN LISTOS PARA DEJARLO IR
El joven soldado de la Armada Británica fue llevado en una ambulancia aérea hasta el Hospital Universitario Royal Stoke, donde, luego de cuatro días hospitalizado, los médicos le informaron a sus familiares que ya no había nada qué hacer para salvarle la vida.
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Resignados al trágico destino del adolescente, la familia se preparó para despedirse de él y donar sus órganos a quienes más lo necesitaran. El plan era que el deceso de Lewis salvara siete vidas.
EL MILAGRO
Para la sorpresa de todos los implicados en la agridulce situación, poco antes de ser sometido a cirugía para extirparle los órganos, Roberts comenzó a respirar por su cuenta y parpadeó.
"Lewis fue declarado muerto la semana pasada (...) Me acerqué a él a medianoche, le sostuve la mano y le pedí que respirara a la cuenta de tres", comentó la hermana del joven, Jade, a través de su cuenta de Facebook, según informó Daily Mail.
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NO LO PODÍAN CREER
La joven de 28 años de edad detalló que durante días estuvieron esperando que se dibujara una línea marrón en el monitor del respirador conectado a Lewis. Esta línea indicaría que él estaba respirando por su cuenta. Para la sorpresa de todos, el milagro sucedió cuando ella se lo pidió.
"Cuando dije 'respira', la línea marrón se mostró y él tomó un respiro. Nos dijeron que no, que debía ser un error, que era imposible. (...) El hospital ni siquiera puede creer el milagro", agregó Jade.
EL SEGUNDO EN EL MUNDO
De acuerdo a las declaraciones de Jade, desde el hospital le dijeron que su hermano había sido la segunda persona en el mundo que había vuelto de una muerte cerebral justo antes de ser operado para donar sus órganos.
Ahora, Lewis se encuentra en plena recuperación, ya puede parpadear, mover sus extremidades y su cabeza de lado a lado. También está reaccionando al dolor y moviendo la boca. Poco a poco, el soldado está fortaleciéndose, demostrando que nada es imposible.
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