Una princesa, la chica pantera, dos modelos y un "gran error": las cinco esposas del barón Heini Thyssen

El barón Heini Thyssen fue un empresario y coleccionista de arte reconocido también por ser un narcisista, a juzgar por su autobiografía, donde criticaba sin ningún problema a sus primeras cuatro esposas.

Este 13 de abril se cumplieron 100 años de su fallecimiento, y el 26 del mismo mes, 19 años de su muerte. Esta última ocurrió en Sant Feliu de Guíxols, España, tras cuatro matrimonios fallidos y uno lleno de amor.

De su vida no quedó más registro que sus memorias, recogidas en el libro ‘Yo, el barón’. El misterio se debe a que las historias de los diarios de esa época siempre fueron lo más controladas posible.

LA PRINCESA

La princesa Teresa de Lippe cambió su apellido en 1946, después de su boda “por conveniencia” con el barón. Así lo aseguró él mismo en su autobiografía, donde incluso reveló que el único hijo que tuvieron juntos no era de él.

“Mantenía una relación sentimental con el marido de mi hermana mayor. Nuestro hijo en común, Georg, no era hijo mío”, explicó Thyssen según reseñó Vanity Fair. Finalmente, el matrimonio quedó anulado en 1954. Seis años después Teresa se casó con el príncipe Friedrich Maximilian de Fürstenberg, con quien tuvo otros tres hijos.

UNA MODELO ESCANDALOSA

Por su parte, Heini (llamado así por cariño) no tuvo que esperar demasiado tiempo para sentirse enamorado. Esta vez de Nina Dyer, una mujer que pudo llegar a ser cuñada del dictador Francisco Franco y con quien “era maravilloso hacer el amor”. Con ella se casó el mismo año de su primer divorcio.

Dyer fue una modelo y actriz muy escandalosa de la época. Le gustaban las extravagancias: joyas, una isla y animales exóticos, como la pantera que le regaló el empresario para acallar sus más profundos complejos. Y es que la hermosa mujer de 23 años no podía ser madre. Esto la llevó a atentar contra su vida.

Su relación con el empresario holandés terminó cuando este la vio con el actor francés Christian Marquand. La versión de Nina sobre su supuesta infidelidad no aparece en ninguna parte. Tras su divorcio con Thyssen, en 1962, se casó una vez más con el iraní Aga Khan; pero se quitó la vida tres años después, con solo 35 años de edad.

“FIONA NO ERA MUY INTELIGENTE”

Su tercera esposa fue la modelo Fiona Campbell-Walter, con quien tuvo a dos hijos: Lorne y Francesca Thyssen. El primero, según el barón, tampoco era hijo suyo. Mientras que Francesca, aseguraba, era su única hija biológica.

En sus memorias, Heini no lo pensó dos veces para hablar mal de sus mujeres, mientras que de él casi no detallaba defectos. De Fiona dijo que no era muy inteligente, y que solo le funcionaba su dulce y seductora voz.

"Fiona no era muy inteligente, pero siempre hablaba con esa hermosa y profunda voz suya... Le dije: 'Tienes una voz tan dulce y seductora que no puedes esperar que además escuche lo que estás diciendo. Tú sólo háblame'. Me gusta la belleza. Me fascina… En las mujeres, la inteligencia nunca me ha llamado la atención", escribió.

“MI GRAN ERROR”

En 1967, el barón se casaba por cuarta ocasión con la brasileña Denise Shorto, a quien Heini terminó describiendo como “mi gran error”. A ella también la acusó de serle infiel, y dentro del matrimonio nació un hijo que, según él, tampoco era suyo.

Thyssen la llamaba “error” porque accedió a que no firmara un acuerdo prematrimonial. No tenía la necesidad. Los Shorto eran dueños de una importante franquicia de Coca-Cola, eran una familia rica de São Paulo y Denise era una mujer muy estilizada.

Pero el amor no le duró demasiado al barón, quien en pleno matrimonio con la modelo comenzó una relación con la que sería su quinta esposa, Tita. Shorto, en este sentido, les hizo la vida de cuadros cuando llegó el momento de imponer las cláusulas del divorcio.

Al contrario de Fiona, Denise sí era muy inteligente. Sabía planificar, a diferencia de sus antecesoras, y estaba consciente de que los negocios importantes de su familia en Brasil afectaban los que tenía Heini allí, lo cual no fue positivo para él cuando decidió separarse de la modelo.

Entretanto, el barón la acusó de tener una aventura con el italiano Franco Rapetti, que según Heini la visitaba en Villa Favorita en 1973. En 1974 nació su hijo Alexander, el cuarto hijo del empresario, quien una vez más decía que no era suyo.

El holandés y la brasileña se divorciaron en 1984, después de que ella le dificultara este trámite al barón. Y es que una de las cláusulas que impuso es la que impedía que los hijos adoptados por el barón se convirtieran en sus herederos.

LA ÚNICA BIEN PARADA

Carmen ‘Tita’ Cervera y el barón se conocieron en Cerdeña en 1981, y lograron casarse cuatro años más tarde, tras superar todos los obstáculos agendados por la cuarta ex. Él tenía 64 años, la novia 20 menos.

La filántropa catalana ya se había casado en dos ocasiones; la primera con el actor Lex Barker, conocido por su papel de Tarzán, y la segunda con Espartaco Santoni.

Aunque Tita no disfrutó de los mejores años del barón Thyssen, puesto que le tocaron todos los problemas y litigios con sus hijos y exesposas, su actual esposo ya no estaba de humor para fiestas y celebraciones.

No obstante, quedó registro de que se quisieron y se ayudaron mutuamente. Fue gracias a ella que el barón logró llevar su colección de arte a España y quien logró editar las memorias de su esposo, 12 años después de su muerte; unas memorias en las que ella es la única de las esposas que sale bien parada.

Borja Thyssen, hijo adoptivo del barón, y biológico de Carmen Cervera y Manuel Segura, se convirtió en padre por quinta vez en diciembre pasado, dándoles otro hermanito a Sacha, Eric, Enzo y Kala.

Blanca Cuesta, nuera de Carmen Cervera, dio a luz antes de Navidad a una hermosa niña a la que decidieron llamar India. La presentación de la pequeña se hizo justamente en el día de la festividad decembrina, aprovechando que sería un momento muy especial en el que estaría la familia.