¿Cómo era verdaderamente la relación entre la reina Elizabeth II y Lady Di después del divorcio?
La relación entre la monarca y Diana Spencer fue puesta a prueba muchas veces a lo largo de los años, sobre todo cuando se enteraron del romance del príncipe Charles con Camilla Parker Bowles.
Muchas cosas se han dicho acerca del vínculo entre la reina Elizabeth II y la princesa Diana, sobre todo después del estreno de la reciente cuarta temporada de 'The Crown'.
Aunque se cree que ambas mantenían una relación áspera, lo cierto es que la reina apreciaba profundamente el trabajo que Diana hizo por el trono británico y el mundo en general.
APROBACIÓN DE LA REINA
Los creadores de 'The Crown' retrataron a Diana Spencer como una joven ajena a la realeza. Sin embargo, esta representación está muy alejada de la realidad, ya que la princesa se crio en círculos reales. Su padre fue escudero de Elizabeth II y sus dos abuelas fueron damas de honor de la Reina Madre.
Lady Di, quien vivía en Park House en la finca de Sandringham, jugaba con el príncipe Andrew y el príncipe Edward cuando era niña. De pequeña aprendió etiqueta real y a cómo comportarse con la realeza.
Según Ingrid Seward, biógrafa real, Spencer había conocido a la reina mucho antes de casarse con el príncipe Charles: "[Elizabeth II] nunca abordó directamente la cuestión de su matrimonio, pero con asentimientos y matices, dejó en claro que aprobaba a Diana", dijo según Tatler.
FUNERAL DE GRACE KELLY
Andrew Morton, autor del libro 'Diana: Her True Story—In Her Own Words', sostiene que la relación entre ambas era educada, pero formal. Al principio, la princesa se mantenía lejos de su suegra porque se sentía atemorizada, pero hacía una profunda reverencia cada vez que se veían.
Cuando Grace Kelly falleció en 1982, Lady Di le preguntó a su marido si podía asistir sola al funeral en Mónaco como representante de la familia real. El príncipe Charles y los funcionarios del palacio creyeron que era demasiado pronto, pues apenas había pasado un año desde la boda real.
No obstante, recibió la aprobación de su suegra y pudo viajar al extranjero con 21 años: "Fui a ver a la reina y le dije: 'Sabes, me gustaría hacer esto', y ella dijo: 'No veo por qué no. Si quieres hacer esto, puedes"', reveló la princesa a su biógrafo real según Tatler.
ALIADA INESPERADA
Cuando los problemas entre Charles y Diana se hicieron cada vez más evidentes, Ingrid Steward asegura que la princesa se aparecía en el palacio sin previo aviso para solicitar una audiencia con la soberana británica.
Inicialmente, la reina se mostró tolerante con las visitas no programadas, pero con el tiempo comenzó a temerle a las reuniones debido a la inestabilidad emocional de la princesa. Durante aquellas charlas, la joven no paraba de llorar.
Sin embargo, Andrew Morton afirma que la reina y el príncipe Philip apoyaron a su nuera. En la biografía, escribió que la esposa de Charles encontró "quizás una aliada bastante improbable en el palacio en la reina, cuya comprensión y actitud servicial hicieron mucho para alentar a Diana a seguir adelante".