Joven madre muere trabajando en una fábrica textil: su compañero no escuchó gritos de auxilio
Una tragedia embarga a la localidad de Montemurlo, en Toscana, Italia. El pasado 3 de mayo, Luana D'Orazio, de 22 años, perdió la vida instantáneamente tras ser succionada por una urdidora.
Toda Italia está conmocionada. La muerte de D'Orazio en su lugar de trabajo ha despertado gran indignación entre los habitantes. Esta es la segunda persona en fallecer en ese país durante su jornada laboral en lo que va de año.
La madre de la joven, Emma Marrazzo, no hace más que recordarla como una chica hermosa, buena y con mucho amor a su empleo. Luana dejó huérfano a un niño de cinco años.
Según las primeras versiones, D'Orazio habría quedado enganchada a la máquina textil. Al parecer fue succionada por los rodillos del equipo, y perdió la vida inmediatamente.
Junto a ella se encontraba un compañero que en ese momento le daba la espalda. Según lo reseñado por el diario ABC, el hombre no escuchó los gritos de auxilio por parte de la veinteañera.
Aunque la alarma de seguridad de la empresa se disparó rápidamente, lo peor ya había ocurrido. El cuerpo policial y el de emergencias llegaron a escasos minutos del suceso, pero Luana ya había muerto.
La indignación entre los funcionarios públicos no tardó en manifestarse. El gobernador Eugenio Giani fustigó que “no se puede morir en el trabajo a ninguna edad”. Mientras que el secretario general del sindicato Uil, Pierpaolo Bombardieri, condenó que “morir así no es aceptable”.
El pasado 2 de febrero, otro trabajador identificado como Sabri Jaballah, de 23 años, perdió la vida aplastado por una prensa en Montale. Estas dos pérdidas se suman a las "muertes blancas", término que en Italia se refiere a las muertes en el puesto de trabajo.
La madre de Luana refirió que su hija tenía el sueño de ser actriz, pero en los últimos años se estaba dedicando a independizarse. Lamentablemente, la precariedad laboral la llevó a su fatal desenlace y la convirtió en el símbolo de aquellos jóvenes que persiguen los mismos sueños que tenía ella.
Entretanto, la investigación sigue su curso. Son dos las teorías que se manejan sobre este suceso: la primera, la posibilidad de una negligencia al no cerrar un portón que garantiza la seguridad de los trabajadores. Y la segunda, la probabilidad de un mal funcionamiento en el sensor del equipo textil.
Los responsables de la empresa fabricante de telas, Mario Cusimano y Luana Coppini, están siendo investigados por un posible homicidio imprudente. Los encargados dicen sentirse parte de la tragedia, y lamentan profundamente el fallecimiento de Luana.
Casi al mismo tiempo del fallecimiento de la joven italiana, otra madre también perdió la vida, llevándose a su hija de dos meses de nacida con ella. En casa solo estaba su otro hijo, de tres años, para acompañarlas. El pequeño creía que su madre simplemente estaba dormida. Aquí los detalles.