“Detesto ser mamá”: la historia de una mujer que se arrepiente de su decisión, pero ama a su hija
La maternidad se ha ido convirtiendo en un tema controversial en la medida en que más mujeres se han atrevido a manifestar sus ideas y pensamientos.
En agosto del año pasado, Karla Tenorio creó “Madre Arrepentida”. Su objetivo es tener un lugar donde mujeres como ella, que detestan la maternidad, puedan expresarse libremente.
Esta actriz y escritora de 38 años aclara con mucha seguridad que ama profundamente a su hija de 10 años, pero se arrepiente de haberse convertido en madre.
UN CONCEPTO ROMÁNTICO
“Detesto ser mamá desde que la cabeza de mi hija salió”, dice esta madre, según recoge Uol.
Durante generaciones, la maternidad ha sido literalmente idealizada. Se habla de los maravillosos nueve meses donde compartes la máxima conexión con el bebé.
El nacimiento es el feliz momento donde conocerás su dulce rostro. Y ver crecer a esa mágica criatura que nació de ti, que te derrite con sus besos, abrazos es lo mejor de la vida.
Pero es cada vez más frecuente escuchar a mujeres que expresan lo difícil que fue vivir el embarazo y lo traumático del parto. Muchas sufren de cambios hormonales que alteran su comportamiento.
Y ni hablar de las dificultades de criar a esa preciosa criatura, enseñarle valores y principios mientras intentas ser una mujer feliz, una profesional, una esposa y pare de contar.
Y ese es justamente el punto que intenta expresar Karla. Para ella, es necesario separar el concepto del amor hacia los hijos del concepto de maternidad perfecta, donde tienes la gran responsabilidad de formar un individuo.
ROMPIENDO PARADIGMAS
“La maternidad es una startup de alto riesgo, sin reconocimiento ni retorno. No tiene nada que ver con el amor incondicional, es una formación necesaria para la sociedad, el cuidado físico para crear un ser humano, la preparación de un ciudadano”, expresa Karla.
Y esa descripción del cargo que se ejerce al convertirse en madre ya de por sí explica el grado de dificultad que conlleva. Durante muchos años, Karla sintió una gran angustia por ser esa madre perfecta que la sociedad espera.
Finalmente entendió que debía romper con ese concepto romántico e idealista de la maternidad y hablar libremente de las frustraciones, las tristezas y el dolor que trae consigo.
“Convertí mi angustia en un movimiento de apoyo a mujeres como yo: a las que no les gusta la maternidad”, dice Karla.