La princesa Diana no usó tacones en su boda por el príncipe Charles
El vestido de la princesa Diana el día de su boda con el príncipe Charles ha hecho soñar a millones con una boda de cuento. Sus zapatos no fueron menos hermosos, pero eran inusualmente bajos para una novia: aquí el motivo.
En una boda real, nada queda librado al capricho o al azar. Hasta el último detalle está atravesado por la tradición y el protocolo, y absolutamente todo es significativo.
La princesa Diana en la Sala del Trono del palacio de Buckingham, 29 de julio de 1981. | Foto: Getty Images
El anillo que selló el compromiso de Lady Di y Charles, por ejemplo, era un modelo del catálogo de Garrard: para que nadie pudiese comprarse el mismo, tuvo que solicitar que le hicieran modificaciones. Pero esa es otra historia, y puedes leerla completa aquí, en AmoMama.
La tiara que usó para su boda es una joya familiar del siglo XVIII. Para el vestido de mangas abullonadas llevó 10.000 lentejuelas de madreperla y perlas, y tenía la cola más larga de la historia de la realeza británica.
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Según el historiador y biógrafo real Robert Lacey, el diseño de los zapatos, lleno de detalles muy significativos, tenía sin embargo un detalle mucho más prosaico. Contra la habitual costumbre de usar tacones altos el día de boda, los de la princesa eran muy, pero muy bajos.
"Los tacos se hicieron deliberadamente bajos para no sobrepasar al novio: con 1,78 metros, Diana tenía exactamente la misma altura que Charles", comenta.
En resumen: todo fuera para no opacar a su marido con su propia altura. Por ese motivo, los zapatos con bordados de lentejuelas y perlas, con motivos florales y románticos corazones eran muy bajos.
Zapatos de boda de Lady Di. | Foto: Getty Images
Los zapatitos fueron obra del diseñador de calzado Clive Shilton, y Diana supervisó muy de cerca el modelo. No solo solicitó un taco muy bajo, sino que hizo que los arcos de las suelas tuvieran pintadas, justo bajo el taco, las letras "C" y "D", con un corazón.
Los zapatos eran de satén y raso, y llevaron más de 500 lentejuelas y 100 perlas. En 2011, el par de repuesto de estos zapatos se vendió por 40.000 libras esterlinas.
¿Tú habrías tenido la misma deferencia con el príncipe y te habrías puesto zapatos bajos el día de tu boda? ¡Cuéntanos qué opinas en los comentarios!