La emotiva historia de una osa de luto por su cachorro que murió atropellado
En un intento por crear conciencia entre quienes circulan por Yosemite, un guardabosque compartió la triste historia de una osa y su cachorra muerta.
Cada año, en el Parque Nacional Yosemite mueren o resultan gravemente heridos algunos de los animales que lo habitan. Los responsables son conductores irresponsables que los atropellan sin remordimiento.
Un guardabosque presenció una escena desgarradora y compartió la triste imagen junto a la historia de lo ocurrido. Su intención es llegar al corazón de los conductores. En AmoMama nos solidarizamos con su mensaje.
Una osa y su cachorro cruzando por una carretera. | Foto: Shutterstock
UNA LLAMADA NO DESEADA
Días atrás, uno de los guardabosques del Parque Nacional Yosemite recibió una llamada que siempre le arruga el corazón. Un oso había sido atropellado en la carretera en horas del mediodía.
Cerca de las 5 de la tarde el funcionario llegó al lugar y se encontró a un pequeño cachorro de oso sin vida a un costado de la carretera. El osezno tendría unos seis meses de nacido y cerca de 12 kilos de peso.
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Puso en pausa sus emociones y cargó el frágil cuerpecito. Quería llevarlo a un lugar del bosque donde estuviera resguardado. Luego de caminar por un rato encontró un claro de hierba rodeado de troncos, donde lo acostó con cuidado.
BUSCANDO A SU HIJA
Aún tenía trabajo por delante. Debe tomar muestras, identificar al bebé y levantar un informe. Descubrió que era una hembra. De pronto, se percató de una presencia a su alrededor que emitía un sonido conocido.
“Detrás de mí hay un gruñido de tono profundo pero suave. Inmediatamente sé lo que es. Es una vocalización, del tipo que las osas hacen para llamar a sus cachorros”, explica.
Sabía de qué se trataba. Era la madre de la osita muerta. Habían pasado horas desde que fue atropellada y la osa se negaba a abandonarla.
PROTEGER A LA VIDA SILVESTRE
El guardabosques debía seguir con su labor, así que intentó mantenerla a raya hasta terminar. Terminó de prisa para permitirle acercarse a su hija. Dejó funcionando una cámara remota y así obtuvo la dolorosa imagen que ilustra su historia. Necesitó dejar un mensaje que calara profundamente.
“Recuerde que cuando viaja por Yosemite, todos somos solo visitantes en el hogar de innumerables animales y depende de nosotros seguir las reglas que los protegen”, dice. “Vaya al límite de velocidad, conduzca alerta y esté atento a la vida silvestre. Proteger a los osos negros de Yosemite es algo que todos podemos hacer”.