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El dolor de una madre que visita regularmente el lugar donde su hijo murió en trágico accidente

Mayra Pérez
23 jul 2021
09:30

La madre de Tyson sufre el peor dolor: jamás verá a su hijo alcanzar sus sueños. Ahora, quiere que su historia ayude a otros y se eviten más muertes.

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Nunca ha sido sencillo para los padres la etapa en que sus hijos se convierten en rebeldes adolescentes. En estos tiempos de retos virtuales y de presión social masiva, la muerte puede ser el resultado.

Rachel O’Neill perdió a su hijo de 16 años hace algunos meses y una parte de ella lamenta no haberlo escuchado con atención y quizás haber podido hacer algo. Hoy AmoMama te cuenta su historia.

LA HISTORIA DE TYSON Y RACHEL

Rachel O'Neill tiene el nombre de su hijo mayor, Tyson, tatuado en cada muñeca. Escrito debajo de su nombre en su muñeca izquierda está la fecha y hora de su nacimiento.

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En la muñeca derecha dice 15 de noviembre de 2020, 5.47 am. Ese fue el momento en que este joven de 16 años murió. El automóvil que conducía se estrelló contra un árbol en Cobham Drive, en Kilbirnie, Wellington.

Desde hacía casi dos años, la vida al lado de Tyson era complicada. No eran inusuales las visitas de la policía a su hogar por acciones del adolescente. Y aunque en casa no había vehículos, el joven estaba obsesionado con ellos.

“Me contaba cosas sobre estar en autos. Le dije que dejara de ser estúpido. Ahora sé que estaba diciendo la verdad”, dice Rachel, quien hubiera querido ponerle más atención y espera que otros padres lo hagan con sus hijos.

Ocho meses después, Rachel y sus hijos, Amber de 11 años y Austin, de 8, intentan seguir adelante. Disfrutan de compartir sus historias sobre Tyson, a quien describen como inteligente, divertido, cariñoso y el mejor hermano mayor.

El dolor no abandona a Rachel, que cada semana va hasta el árbol donde murió su hijo y pasa horas ahí intentando entender qué salió mal. Siente que esa es su tumba, porque ahí respiró por última vez.

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ABSURDOS DESAFÍOS

El vehículo que conducía Tyson no era de él ni de su familia. Lo había robado para unirse a un reto planteado en una de tantas plataformas de las redes sociales. La idea era llevarlo a cabo y luego compartir su hazaña, ganando así popularidad.

La situación en Wellington se ha salido de control, por lo que la policía ha decidido iniciar un operativo al que llamó “Focus”. La idea es enfocarse en los robos de estos jóvenes y tomar acciones para prevenirlos.

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“La historia de Tyson y Rachel es el mensaje más poderoso de todos. No queremos que otra familia tenga que experimentar este tipo de pérdida”, explica el inspector Warwick McKee.

En ese contexto, la madre de Tyson logró que la novia de su hijo citara a todos los amigos a su casa y formaran parte del funeral. Que vieran a su hijo en el ataúd, y sintieran que cualquiera de ellos pudo haber estado ahí.

“Mi mensaje para los jóvenes al final del día es que si tus amigos te presionan para que te subas a un auto, no lo hagas. Tus verdaderos amigos nunca harían eso”, dice Rachel.

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