“Aguanté hambre, mi mami murió”: el llanto desconsolado de niño migrante al cruzar la frontera
Detrás de cada ser humano que decide abandonar su país para desplazarse hacia un destino incierto, hay una historia de dolor y sufrimiento. Así es la de Ricardo Hernández y su hijo.
Bañado en lágrimas, un pequeño de ocho años llamado Anderson proveniente de Honduras intenta explicar lo que fue su odisea para llegar a tierra estadounidense junto a su padre.
Sin embargo, la historia de esta pequeña familia aún no concluye. Les queda un largo camino por delante como inmigrantes ilegales, aunque tienen fe en que será para bien.
El niño hondureño Anderson Hernández llora al llegar a Roma, Texas. | Foto: Captura de Facebook/Noticias Telemundo.
UN CAMINO DIFÍCIL
Tres meses atrás, la familia de Anderson luchaba en Honduras para vivir un día a la vez. El padre tenía una heladería con la que lograban salir adelante. Su hermanita tenía seis meses de nacida.
Por problemas de salud y la deficiente atención médica la pequeña niña murió. Apenas unos días después, su madre la acompañó. Los amigos de lo ajeno aprovecharon esa crisis familiar para robar el negocio de Ricardo.
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Los delincuentes se llevaron el refrigerador y todo lo que pudieron, y fue imposible para Hernández recuperarse de esa pérdida. Con su negocio quebrado, y habiendo fallecido su esposa y su hija, tomó una difícil decisión.
Sin darle explicaciones a su hijo, partieron rumbo a los Estados Unidos, en un recorrido que supera los 4 mil kilómetros. Una vez en Roma, ciudad de Texas, fueron entrevistados por un reportero de Telemundo.
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“Aguanté hambre, no bebí agua, nada, no dormí, nada”, respondió Anderson ahogado en llanto, ante la pregunta del reportero sobre qué había sido lo más difícil del viaje.
Para su padre es doloroso ver el sufrimiento de Anderson, pero siente que era la mejor alternativa para ambos. Confía que ahora su hijo tendrá una mejor oportunidad de tener una buena vida.