La nueva vida del hombre que limpiaba vidrios con su hija a su lado, gracias a una foto viral
En Argentina, un hombre que limpiaba vidrios en una esquina se hizo viral en redes sociales. Ahora, la vida de su familia ha cambiado por completo.
Mauro es un joven de 21 años, oriundo de San Miguel de Tucumán. Por más de cuatro años, Mauro trabajó en la esquina de San Lorenzo y Alem, limpiando vidrios por un poco de dinero.
Solía ser acompañado por su hija de seis años, quien no podía quedarse con su madre y hermano durante el día. Uno de sus clientes tomó una foto de Mauro, y rápidamente se hizo viral.
Manos de hombre sin hogar. | Foto: Shutterstock
Por horas, bajo el sol o la lluvia, Mauro ofrecía sus servicios mientras su hija estudiaba y hacía la tarea. El suegro de Mauro tiene problemas con la bebida, por lo que su hogar no era un espacio seguro para la niña.
Los breves segundos de luz roja en el semáforo eran el único tiempo que tenía para ganarse la vida. "Pensaba que me iba a morir en el semáforo", reconoció el joven.
Un buen día, Mauro lavó los vidrios de Álvaro Romero, un vecino de la localidad que decidió tomar una foto del joven y su hija en el semáforo. Publicó la foto en su cuenta de Facebook junto con una leyenda:
"No sé su nombre, lo conozco porque lo vi en la calle trabajando, haciendo changas. (...) Aquí se lo ve trabajando mientras su niña hace las tareas. Esa pequeña merece todas las oportunidades. Ayudemos, gracias", escribió Romero.
La publicación fue todo un éxito viral. Generó cientos de reacciones, casi 300 comentarios y fue compartida más de 4.700 veces. Fue así como Agustín se cruzó con la publicación.
Agustín había sido un cliente de Mauro en varias ocasiones, y decidió darle una oportunidad. Le ofreció un trabajo en una empresa constructora como ayudante de albañil, y cambió su vida y la de su familia para siempre.
Con su nuevo trabajo, Mauro pudo mudar a su familia a su propio espacio. Además, su esposa Ruth consiguió trabajo limpiando un puñado de casas en la localidad. Además, los vecinos los apoyaron para que sus hijos consiguieran cupos en escuelas cercanas.
"Estamos felices, ahora nos tenemos que levantar todos los días temprano para ir a un lugar, sabemos que a la noche volvemos a estar bajo un techo y que cuando termine el mes, vamos a cobrar nuestra plata", dijo el joven.