"Me acusaron injustamente de maltratar a mis hijos": la historia de una madre

Una madre vivió momentos de angustia cuando por razones injustas le quitaron a sus cinco hijos en 2016.

Rebecca Wanosik contó que todo comenzó cuando su quinta hija, llamada Zeydn nació. La bebé tenía un problema de salud. Cuando la cargaba podía sentir sus huesitos.

Ante dicha situación, Wanosik llevó a la niña a su pediatra de confianza. Tras examinarla, le dijo que estaba perfecta.

Sin embargo, seis semanas más tarde, la mujer se dio cuenta de que cuando la bebé movía el brazo derecho, le dolía.

La volvió a llevar al médico, pero esta vez la atendió un colega de su pediatra habitual. El especialista sugirió hacer una radiografía.

Una vez que tuvo los resultados de los rayos X, el doctor dijo: "Quiero que sepa que hemos encontrado tres fracturas de costillas y una fractura en el brazo derecho de su bebé. Ya he llamado a la policía y a los servicios sociales. Están de camino".

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Esa misma noche, sus cinco hijos fueron retirados de su hogar y puestos en régimen de acogida. Los mantendrían separados durante los siguientes 10 meses.

Como no había antecedentes de negligencia o abuso con ninguno de sus chicos, los servicios sociales pensaron que su esposo podía ser el maltratador.

Ni siquiera tomaron en cuenta que como Anthony es un militar activo, cuando supuestamente se produjeron las fracturas de Zeydn, él no estaba en casa.

Cuando los padres llegaron a la casa se sintieron tristes y vacíos porque no tenían a sus pequeños. "Me acusaron injustamente de maltratar a mis hijos", dijo. Al tiempo, la madre se enteró de que en la televisión estaban pasando un caso igual al de ella.

Los hijos de estos padres tenían una enfermedad ósea metabólica, el síndrome de Ehlers Danlos, y una grave deficiencia de vitamina D.

Rebecca no dudó en ponerse en contacto con estas madres y ellas la orientaron para que empezara a investigar sobres dichas patologías.

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Tras hacerle unas pruebas a Zeydn se determinó que sus niveles de paratiroides eran elevados y su nivel de vitamina D era casi indetectable.

Esto indicaba que la niña padecía de raquitismo infantil. Ella también se hizo un examen para ver sus niveles de vitamina D y descubrió que eran muy bajos.

A lo largo de todo este proceso, los servicios sociales no dejaron de presionarlos para que admitieran que le habían hecho daño a Zeydn.

Cuando llegó el momento de ir a juicio, meses después de que les quitaran a sus hijos, los padres se sentían un poco más tranquilos.

Tenían las pruebas de que las fracturas de Zeydn se debían a la debilidad de sus huesos y no a los abusos. Pero a algunos de los médicos no se les permitió testificar.

Luego, el tribunal le permitió viajar a Boston en compañía de dos trabajadores sociales para acudir a una cita con otro especialista.

El galeno le diagnosticó a Zeydn raquitismo y síndrome de Ehlers-Danlos. Los padres también sufren del mismo trastorno genético.

A pesar de todas las pruebas médicas, parecía que los servicios sociales no estaban conformes con los resultados.

En ese momento, Rebecca decidió dar a conocer su historia en los medios de comunicación y finalmente le fueron entregados los niños.

Ahora los padres trabajan en una organización llamada 'Fractured Families', la cual aboga por la reforma de los tribunales de familia en todo Estados Unidos.

Están luchando para que los padres de niños con este tipo patologías no tengan que vivir la terrible experiencia que ellos sufrieron.