Perro se acuesta sobre el ataúd de su amado dueño y se niega a despedirse de él para siempre
El amor que sienten las mascotas por sus dueños es la definición real de incondicional. Aun después de la muerte de su “padre”, Shirley solo quería estar a su lado.
Durante 12 años, Shirley siempre fue la compañera incondicional de Miguel Ángel Arzamendia, un hombre carismático y que siempre tuvo debilidad por los animales.
Lo que seguramente no imaginó fue la desolación que su amada perrita sentiría durante su funeral. En AmoMama compartimos contigo esta emotiva historia.
CUIDA A LA PEQUEÑA SHIRLEY
Cuando falleció la madre de sus hijos, algo le hizo sentir a Miguel Ángel que su tiempo se acortaba rápidamente. Encomendó a su hija que “cuidara de la pequeña Shirley con el mismo cariño y dedicación con la que él lo hacía”.
Y es que durante los años de vida que compartieron, para Miguel Ángel su perrita era como una hija consentida, que lo acompañaba a todos lados. El amor que se tenían mutuamente era grande.
El pasado 9 de junio, el corazón de Arzamendia tuvo una falla total, y murió de un infarto. Durante el servicio funerario, su hija Andrea, quien es una reconocida cantante en Paraguay, amarró a Shirley en un poste.
La perrita no paraba de ladrar, daba vueltas inquieta y parecía estar en estado de desesperación y ansiedad. La familia pensó que el problema era que no estaba acostumbrada a estar atada.
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“Le soltamos y no se tranquilizó hasta que se subió al ataúd. Mi papá era amante de los animales y ellos se enamoraban de él. Le querían de manera tan leal”, comentó Andrea, según recoge Extra.
Andrea compartió esta linda historia a través de Facebook, con una fotografía donde se ve a Shirley durmiendo sobre el ataúd donde reposaban los restos mortales de Miguel Ángel. Escribió: “Los perros son los seres que nos aman ¡incluso más que su propia vida!”