La felicidad de una madre que dormía en el piso con sus 8 hijos y recibió una casa renovada
En Brasil, los ocho hijos de una familia solían dormir junto a sus padres, en el suelo de tierra de una misma habitación. Ahora, finalmente han recibido su propio hogar.
La vida de Fernanda Moreira da Silva nunca fue fácil. Por años, vivió en una zona extremadamente pobre de Brasil, junto a su esposo y a sus ocho hijos. Su vivienda no tenía elementos tan básicos como un baño.
La familia residía en una sencilla choza con suelo de tierra. Los niños dormían sobre colchonetas viejas, y Fernanda y su marido dormían sobre una sábana en el piso. La alcoba era también cocina y sala de estar.
Niño en favela de Brasil. | Foto: Shutterstock
La pandemia lo hizo todo aún más difícil. La familia no podía siquiera lavarse las manos en su propia casa. El diario brasileño O Globo hizo un reportaje sobre su caso, resaltando las carencias que viven familias humildes en pandemia.
Pero desde hace días, todo ese cambió para siempre. Fernanda y sus hijos ahora viven en una casa en Belo Horizonte con baño, pisos, y todas las comodidades básicas.
El espacio incluye inodoros, lavamanos y dichas, todos conectados a la red hídrica de la ciudad. Y su existencia fue posible gracias a las donaciones de personas conmovidas por la historia de Fernanda.
Todo comenzó por iniciativa de vecinos de la localidad, que comenzaron a recoger donaciones para renovar el hogar de la familia. Una pareja de diseñadores de interiores se encargaron de organizar todo el proceso.
Hogar prefabricado. | Foto: Shutterstock
El hogar, que antes tenía una sola habitación, fue expandido para tener cuatro espacios: dos alcobas, un baño y una cocina. El cuarto de los niños tiene cómodas literas, donadas por miembros de la comunidad.
Además, frisaron y pintaron las paredes y techos, repararon baches y agujeros, e instalaron pisos en las áreas que aún tenían suelo natural. La casa quedó prácticamente irreconocible.
Los hijos de Fernanda quedaron impactados por el gesto de la comunidad. "Vivimos tantas cosas aquí. Realmente debo expresar mi agradecimiento por esto", dijo Weverton, su hijo de 15 años.
Fernanda y su esposo quedaron desempleados durante la pandemia. Han estado sobreviviendo con trabajos eventuales y ayudas de sus vecinos. ¡Qué hermoso gesto de solidaridad!