Mi novio estaba tan aferrado a su pasado que arruinó su futuro - Historia del día
La ex de mi novio no dejaba de llamarle por cualquier cosa y arruinó nuestra noche de cita. Él no le puso límites y no pude soportarlo más.
Mi novio Franco y yo llevábamos saliendo varios meses. Pero rápidamente me di cuenta de que su exesposa le llamaba constantemente. Al principio, no le presté mucha atención porque estaban en proceso de divorcio.
También estaban vendiendo su antigua casa y necesitaban arreglar algunas cosas juntos. Podía entenderlo fácilmente. Pero ella seguía llamándole, incluso tras haber finalizado todo. Y a veces, era durante los peores momentos.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"Me alegro de que tengamos esta cita ahora. Siento que no nos hemos visto últimamente", le dije cuando nos sentamos en un restaurante tras dos semanas de estar demasiado ocupados.
"Lo sé, Mónica. Ha pasado tanto tiempo, y me hablaste de este lugar, así que pensé que sería perfecto para nuestra cita", dijo Franco.
Durante la cena, seguimos poniéndonos al día, hablando de todo, desde nuestros horarios de trabajo hasta lo que queríamos hacer en el futuro.
Nuestra relación parecía estar avanzando, yo esperaba que pronto las cosas se volvieran más serias. "¿Crees que es demasiado pronto para hablar de irnos a vivir juntos?", le pregunté mientras compartíamos el postre.
"Me parece una idea fantástica", empezó. Yo sonreí, pero justo entonces sonó su teléfono. "¿Hola? Uf... sí, puedo hablar, dame un segundo".
"¿Quién es?", pregunté, aunque ya sospechaba que era su ex.
"Voy a salir un momento. ¿Puedes pedir la cuenta mientras estoy fuera?", dijo y salió para seguir con su llamada telefónica. Recibí la cuenta y pagué porque estaba tardando mucho.
Finalmente, volvió a la mesa. "Oh, ¿ya has pagado? Espera, déjame al menos poner la propina", dijo Franco y dejo algo de dinero para nuestra camarera. "Escucha, Mónica. Sé que no vas a estar contenta pero tengo que irme".
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"Pero es nuestra noche de cita. Vamos a ir al cine", dije decepcionada.
"Lo siento. Carla necesita que vaya a su casa un momento. Yo... no puedo decir que no", explicó con cara de disculpa.
"¿Por qué tienes que ir a su casa? Ustedes están divorciados, Franco. Tienes que dejar de hacerle favores", comenté.
"Mónica, por favor. No quiero pelear por esto. Ella necesita que haga algo en su nueva casa. No estoy seguro de qué, pero fue mi esposa durante mucho tiempo. No puedo dejarla abandonada", insistió Franco.
"Yo tampoco quiero pelear. Pero Carla es muy inoportuna. Es como si supiera cuándo tenemos una cita y llama en el peor momento posible", añadí. Pero Franco no iba a cambiar de opinión, así que empecé a caminar hacia mi coche.
"Lo siento, Mónica", dijo. "Podemos ir al cine cuando quieras".
"Hablaré contigo más tarde, Franco", respondí mientras cerraba la puerta.
Al día siguiente, Franco llamó para disculparse. Dijo que había sido una estupidez de fontanería en casa de Carla y que fue un arreglo rápido. Comentó que odiaba que estuviéramos enfadados el uno con el otro.
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"Necesito que establezcas algunos límites con ella, Franco. Soy tu novia y si no es una emergencia, no veo por qué tienes que estar a su disposición", le dije durante nuestra llamada telefónica.
"Lo sé, cariño. Seguro que lo haré", respondió Franco. Cambiamos de tema e hicimos planes para que viniera por la noche.
Ese día, trajo una botella de vino y pedimos comida china. Nos acomodamos en el sofá y pusimos Netflix. Llevábamos diez minutos de película cuando sonó su teléfono. "Por favor, dime que no es Carla", dije.
"Déjame comprobarlo", respondió, cogiendo su teléfono de la mesita. "Oh, es ella. Tengo que contestar. Podría ser importante".
"Pensé que habíamos hablado de esto, Franco. Me lo prometiste", dije.
"Lo sé, pero es solo una llamada telefónica. Déjame ver qué quiere", insistió y se levantó. Contestó en la cocina y no tenía idea de que yo podía escuchar todo.
"Hola, Carla. ¿Qué pasa? No sé si puedo ir ahora mismo. Estoy viendo una película... Lo siento... ¿Qué tal mañana?... Por favor, Carla. Ahora mismo estoy con mi novia...No, no me he olvidado de ti...No, una película no es más importante que tú...Vale, iré pronto", le oí decir por teléfono.
"Escucha, cariño. Tengo que ir. Es una emergencia", dijo Franco cuando volvió al salón.
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"Escuché tu conversación, y no sé exactamente lo que dijo, pero definitivamente NO es una emergencia", respondí.
"Mónica, no me gusta que hayas estado espiando mi conversación", dijo Franco, desviando el tema.
"Oh, no. No puedes enfadarte conmigo. No vas a ir a su casa esta noche. Te vas a quedar aquí y vamos a terminar esa película", exigí.
"Tengo que ir. No vas a dictar lo que puedo o no puedo hacer", espetó.
"Bien. Adelante. Pero si lo haces, hemos terminado. No voy a salir con un hombre que sigue volviendo a su exesposa como un cachorro suplicándole cariño. ¿Tengo que recordarte que ella pidió el divorcio?", pregunté.
"No es así... Mónica, lo siento. Pero con todas estas llamadas creo que Carla quiere que volvamos. Ella era mi esposa. Tengo que intentarlo", admitió finalmente Franco.
"No parece que ella quiera que vuelvas en absoluto. Ella quiere un lacayo sin voluntad. Lo peor es que estaba empezando a quererte. Tal vez cuando te abandone de nuevo, te des cuenta por fin", terminé y me dirigí a mi habitación.
Oí que la puerta se cerraba detrás de Franco y esperé no volver a verlo. Pero unas horas más tarde, apareció en mi puerta y claramente había estado llorando.
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"Lo siento, Mónica. Carla me llamó para que le ayudara a trasladar unas maletas y me reveló que estaba esperando a su nuevo novio", me explicó. "No sé por qué él no pudo hacerlo".
"Porque odia verte feliz con otra persona", respondí.
"Por favor, Mónica. ¿Puedes darme otra oportunidad? Creo que yo también te quiero", suplicó Franco.
"No. No me quieres porque estás estancado en el pasado. Espero que saques a Carla de tu vida para siempre y te deseo suerte. Pero he terminado", dije y le cerré la puerta en las narices.
No volví a ver a Franco, pero me enteré por unos amigos comunes de que Carla seguía llamándole a todas horas. Pobre hombre, pensé.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Que hay que dejar atrás el pasado: Si no lo haces, consumirá tu futuro y lo arruinará todo.
- Deja a las personas tóxicas fuera de tu vida: Franco necesitaba sacar a Carla de su vida cuando ella empezó a sabotear su futuro, pero no pudo hacerlo.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.