Madre humilla a la maestra por ponerle una mala calificación a su hija - Historia del día
Un día, Katy, una excelente estudiante, recibió una mala calificación. Su mamá no podía creerlo. Fue a la escuela y humilló a la maestra. Y luego, la maestra le dio a Katy una lección de vida muy importante.
Katy siempre había sido una de las chicas más inteligentes de su escuela. Desde el preescolar se había destacado por ser lista, responsable y participativa en todas sus materias.
Su madre, Ana, veía mucho potencial en ella. Presionaba a la niña para que fuera la mejor en todo, y esperaba siempre calificaciones perfectas. Con el tiempo, Katy comenzó a tenerle pavor a decepcionar a su madre.
Niña cansada de estudiar. | Foto: Shutterstock
Un día, Katy, de diez años, llegó a casa con un examen de literatura con baja calificación. Si bien Ana estaba furiosa, se negó a culpar a su hija. Asumió inmediatamente que la maestra era la responsable.
El día siguiente, Ana irrumpió en el salón de clases de la Sra. González, y exigió explicaciones para la baja calificación de su hija. La Sra. González le explicó con calma que atrapó a Katy haciendo trampa en el examen.
Como la maestra sabía que Katy era una niña inteligente y responsable, por lo que quiso reprenderla, pero sin ponerle cero. Optó entonces por reducir su calificación y darle una advertencia.
"¿Una advertencia? ¡Mi hija nunca hace trampa!", dijo Ana. "Usted vio mal. O está mintiendo. Tiene que darle su calificación de verdad, o haré que la despidan", gritó Ana. Katy rompió en llanto.
Niña llorando frente a sus compañeros. | Foto: Shutterstock
Sabía que había hecho trampa y que la señora González estaba diciendo la verdad, pero le daba mucho miedo confesar. Su terror a decepcionar a su madre y ser una mala hija le impedía hacer lo correcto.
Se quedó ahí, callada, viendo cómo su madre humillaba a la señora González, su maestra favorita. Al día siguiente, Katy estaba jugando en el salón de clases cuando de repente alguien gritó su nombre.
Katy se asustó, y derramó accidentalmente un vaso de jugo de naranja. La señora González entró al salón de clases en ese momento y vio lo que había sucedido, tomó el trapeador, y comenzó a limpiar el desorden.
Katy estaba aterrada. Pensaba que la señora González sería horrible con ella. Después de todo, su madre la había maltratado el día anterior. Pensó que su maestra favorita la odiaba, pero la señora González sonrió y le dijo a Katy que todo estaba bien.
La niña estaba confundida. "¿Por qué no está enojada conmigo?", preguntó con sincera curiosidad. "¿Por qué estaría enojada contigo, Katy?", respondió dulcemente la señora González.
Los ojos de Katy comenzaron a llenarse de lágrimas. "¡Porque mi madre le gritó ayer! Fue horrible", dijo la niña, a punto de empezar a llorar otra vez.
Maestra abraza a estudiante. | Foto: Shutterstock
La señora González le dio a Katy un fuerte abrazo y le dijo: "Katy, sé por qué hiciste trampa en el examen. Corrígeme si me equivoco, pero siento que tienes miedo de obtener una calificación baja, por la reacción de tu madre".
Katy asintió con la cabeza y miró al piso. "Sabes, Katy, tu mamá te ama sin importar cuáles sean tus calificaciones. Ella irrumpió aquí ayer debido a su amor por ti", agregó la maestra.
La señora González le explicó que no se debe culpar a los niños por las acciones de sus padres, ni se debe poner el peso de lo sucedido sobre los hombros de una niña de diez años.
"No importa cómo actúen los mayores frente a ti, siempre sé amable con los demás, pase lo que pase", dijo la señora González. "No estoy enojada contigo, pero deberíamos limpiar este lío", agregó con una sonrisa.
Trapeador y cubeta. | Foto: Shutterstock
¿Qué podemos aprender de esta historia?
1. No culpes a los niños por los errores de sus padres-
2. No temas decirle la verdad a tus padres.
3. Sé amable con todas las personas que conozcas.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.