Niños viven con diferentes padres durante la niñez hasta que una mujer les da un nuevo hogar
Tras andar de hogar en hogar por varios años, tres adolescentes finalmente encontraron uno definitivo que les brindó la paz que siempre ansiaron. Pudieron hacerlo gracias a una mujer de buen corazón.
El sistema de hogares de acogida ciertamente ha ayudado a muchos niños a tener casa, comida y encontrar una nueva familia. Sin embargo, este mismo sistema también es responsable de que muchos niños experimenten el trauma de ir de casa en casa sin hogar definitivo durante toda su infancia.
Susan con Shantell, Chris y Lex. | Foto: Youtube.com/AASKArizona
Esta experiencia lleva a muchos a crecer con angustia y con ira, que luego se manifiesta en problemas de diversa índole durante la vida adulta.
Tres adolescentes, Shantell, Chris y Lex, pasaron toda su infancia yendo de casa en casa temporaria. Afortunadamente, gracias a una mujer de buen corazón, pudieron establecerse y echar raíces en una familia, cuando ya creían imposible que alguien los adoptara.
Al principio les costaba creer su suerte, porque ya se habían resignado a que, por su edad, nunca serían adoptados. Pero Susan no tenía problema en adoptar adolescentes y darles la bienvenida a la familia.
Los adolescentes desconfiaban ya del sistema y tenían muchas inseguridades. Les parecía que su nueva realidad era demasiado buena para ser cierta.
Al principio, sentían resentimiento, y no sentían que podían integrarse a la familia. En un video de 2019, que se hizo viral, estos chicos contaron cómo fue esa lenta transición.
Chris, que abrió el video, contó que al principio le parecía que él no encajaba en la familia. Sin embargo, no quería decírselo a los servicios sociales, porque estaba harto de ir de casa en casa y de familia en familia.
Shantell, el más rebelde de los tres, se metía en problemas, y contemplaba la posibilidad de huir de su nueva familia. Sin embargo, Susan siempre estaba ahí para ayudarlo a transitar las dificultades y hacerlo sentir amado y aceptado.
Susan y sus hijos adoptivos. | Foto: YouTube.com/AASKArizona
Por su parte, Lex también admitió que al principio la adopción no lo hacía feliz y que odiaba a su madre adoptiva. Pero Susan no se rindió, y respondió a esa fachada de dolor y resentimiento con más amor.
Finalmente, los tres adolescentes empezaron a ver a su mamá adoptiva bajo una luz nueva. Se dieron cuenta de que ella sinceramente los quería de corazón y le importaba cuidarlos, y de que no los abandonaría.
Los tres eventualmente bajaron las defensas con las que se protegieron durante años de desamor. Ahora son felices y tienen un hogar lleno de afecto.
Susan tomó el buen resultado de su decisión de adoptar adolescentes para alentar a otros a hacer lo mismo que ella. Afirmó:
"Alentaría a la gente a adoptar adolescentes. Hay muchos adolescentes en el sistema que no tendrán un lugar al que ir, que no tendrán una familia con la que contar".
Los chicos también apoyaron las palabras de su madre, y animaron a otras familias a contemplar la adopción de adolescentes. Así, otros podrán tener la oportunidad que se les dio a ellos.
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