Padres adoptan a "huérfana", pero cuando ella aprende a hablar inglés descubren que fue secuestrada
Padres estadounidenses que querían hacer su parte por un mundo mejor adoptando a un huérfano y terminaron destapando una operación de tráfico humano.
Para Jessica y Adam Davis, la adopción era más que agregar a otro crío a su manada. Era una forma de hacer del mundo un lugar mejor, al menos para un niño indefenso.
Por eso su mundo se vino abajo cuando se enteraron de la impactante verdad sobre su hija adoptiva, Namata, tras casi dos años de vida familiar.
Jessica y Adam Davis y su familia. | Foto: Twitter.com/CNN
Tras tener a cuatro hijos biológicos, la pareja decidió que era el momento de compartir su hogar con alguien que lo necesitara. Decidieron adoptar a un huérfano y darle una nueva vida.
Concluyeron que la mejor opción sería una adopción internacional. Muchos de los países más pobres del mundo tienen grandes cantidades de huérfanos sin acceso a necesidades básicas, según explicó Jessica.
"Para nosotros, adoptar se trata de compartir nuestra abundancia, nuestra familia, amor y hogar, con un niño que no tenga cubiertas esas necesidades básicas", dijo la madre.
Su búsqueda los llevó a Uganda. Tras varios trámites burocráticos, meses de papeleo, y miles de dólares en gastos, finalmente pudieron conocer a Namata, de seis años. Felizmente la recibieron en su familia, junto a sus cuatro hermanitos.
Un desafío que enfrentó la familia fue la barrera del lenguaje. Por suerte, la pequeña logró dominar el inglés en tiempo récord, y pudo comunicarse con su nueva familia. Pero ese desarrollo develó grandes secretos.
Namata comenzó a decir cosas a sus padres que no cuadraban con la información que les había dado la agencia de adopción. Jessica y Adam se horrorizaron al descubrir que la niña que habían adoptado hacía más de un año no era huérfana.
De hecho, su verdadera familia la amaba y cuidaba de ella. Tras un poco de investigación, la pareja comprendió que la madre de Namata fue engañada para quitarle a su hija.
Descubrieron que la agencia se habría acercado a la madre de la niña diciendo que una familia del extranjero iba a patrocinar la educación de Namata.
La madre de Namata creyó que la familia educaría a su hija y la devolvería tras un par de años. Le habían dicho que era parte de un programa de ayuda.
Lo que no se imaginaba era que había firmado un documento cediendo sus derechos como madre. Posteriormente, su hija fue vendida por unos 21.000 dólares a la familia de Jessica.
"Me rompe el corazón darme cuenta de que un acto tan hermoso y puro puede estar manchado por tanta maldad", dijo Jessica.
Jessica y su esposo comenzaron el proceso para reunir a Namata con su madre en Uganda de inmediato. Convencieron a sus otros cuatro hijos de sonreír al despedirse de su hermanita para hacer la experiencia menos traumática para ella.
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Adam viajó personalmente con Namata cientos de kilómetros hasta llevarla de vuelta a su madre. Grabó cada paso del camino en una conmovedora serie de videos que compartió con su esposa.
Al ver a su hija de nuevo, la madre de Namata se mostró extremadamente feliz. Tomó a su hija en brazos y la alzó en un fuerte abrazo.
La dicha de la reunión convenció a Jessica de que habían hecho lo correcto. Desde esa entonces, la pareja ha comenzado a apoyar la lucha contra el tráfico humano.
Gracias, en parte, a sus esfuerzos, el gobierno de los EEUU pudo desmontar varias agencias de adopción falsas. Las organizaciones serían usadas por grupos de tráfico humano como tapaderas.